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Existían muchas formas de entregarse a una persona. Podemos entregar nuestro cuerpo, nuestra alma o nuestro corazón.

Y Jungkook sin dudas estaba entregando la segunda poco a poco.

Cuando conoció a Seokjin él definitivamente se entregó de las tres formas, siendo la del corazón la más dolorosa y difícil de soportar.

Estaba, de nuevo, en el apartamento de Taehyung, se encontraba mirando por el gran ventanal como la noche caía sobre la ciudad. Esta vez se había asegurado de dejar un mensaje a Jimin que se quedaría a dormir con un "amigo".

Su cuerpo se tensó un poco cuando unos labios se posaron sobre su cuello, sus manos se volvieron puños. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, su mente se lo decía, la voz de Seokjin se lo recordaba y su cuerpo le lanzaba pequeñas señales para que él reaccionara de una buena vez, pero ¿qué podía hacer? Una parte de su ser quería con todas sus ansias estar con el hombre de cabellos rubios a pesar de que estaba casado con una maravillosa mujer. Y su moral...joder ¿acaso la tenía aún? Todo lo que le había prometido a su novio no lo cumplió, se estaba yendo a la mierda poco a poco cada una de las promesas que susurró sobre sus labios y otras tantas que le hizo cuando este ya estaba bajo tierra.

Tomando un poco de valor se dio la vuelta provocando que dejara de sentir los labios sobre su cuello.

-Yo...- Taehyung lo miró con una media sonrisa y las cejas alzadas esperando una respuesta-. No...no quiero que tengamos esta especie de contacto, no por ahora.

-De acuerdo, lo siento.

Jungkook quiso decirle que no debía disculparse, que no era su culpa y que tampoco debía sentirse culpable, pues el problema era él, el que tenía los traumas era él y el que no superaba a su novio era él.

Taehyung se sentó en el sofá invitando a Jungkook de forma silenciosa. El de cabello castaño captó la indirecta y se sentó a su lado con los labios apretados en una línea recta. No sabía cómo actuar delante de aquel hombre.

-Gracias por quedarte conmigo.

Jungkook asintió poco a poco, como si le hubieran puesto slow. Y quello logró hacer una especie de click en su cabeza.

Al principio él no tenía muy claro el porqué había aceptado la invitación de Taehyung, simplemente pensó que fue un impulso del momento, que era algo que realmente deseaba hacer.

Pero no era así, y debía aceptarlo.

Su respuesta afirmativa y casi inmediata se produjo por la familiaridad de las palabras, aquellas  que dijo Taehyung fueron, casi, las mismas que dijo Seokjin cuando se besaron por primera vez.

Su mente, de nuevo, le había jugado en contra encontrando la similitud de las palabras y de inmediato la asociaron con un recuerdo positivo que tuvo con su Seokjin.

Sabía...sabía que eso tenía un trasfondo, uno que lo llevaba atormentado desde hace tiempo.

-P-por supuesto, no hay problema.- intentó sonreír, pero se vio más como una mueca de incomodidad-. Iré al baño.

Y con pasos rápidos se levantó yendo hasta la puerta que estaba al final del pasillo. Apenas entró al lugar pegó su espalda de la madera blanca, como si temiera que alguien entrara y lo viera en ese estado.

[...]

-¡Jinnie basta!- medio gritó Jungkook. Sentía los brazos fuertes de su pareja sosteniendo su cintura-. Me haces cosquillas ¡Jinnie!

Seokjin soltó una carcajada para luego dejar un beso en el cuello del menor.

-No puedo resistirme, eres demasiado bonito.- apoyó la espalda en el barandal del pequeño balcón que tenía su casa-. Mira, la luna está muy brillante...

STARCHILD | KTH&JJK Où les histoires vivent. Découvrez maintenant