En un mundo tan tranquilo, no quiero observar a nadie

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¿Cuántas vidas diferentes caben dentro de una misma vida? Es imposible saberlo a ciencia cierta, lo que podemos intentar es vivir, sin saber vivir, pero morir viviendo; al final del día es lo único que tenemos seguro.

Con el pasar de los años, uno va descubriendo cosas propias en situaciones impropias. ''No hay nadie que te conozca más que tú mismo''. Mentira, uno no se conoce a uno mismo, hasta que ciertas situaciones nos van ocurriendo en la vida, no estamos preparado para ello hasta que sucede, de hecho, nuestra idiosincrasia cambia dependiendo de nuestro entorno, y la realidad del ''yo'' que tenemos cada uno como percepción, solo existe en nuestra mente, todas las personas que nos rodean, tienen una opinión distinta a esa percepción que nosotros tenemos. ¿Raro? Si, ¿inusitado? También.

Esas situaciones impropias que develan actitudes inusitadas dan a comprender que el cliché de que la vida es un tren, y que hay personas que van a ir bajándose de dicho tren es cierta, pero espere, no se angustie, habrá gente también que aun –sin saberlo-, verán pasar ese tren de su vida en los rieles de ellos. Lección número uno: todas las personas te enseñan algo, pero no todas están para quedarse.

¡Oh vaya, he descubierto sal en agua de mar! Tal vez, como también la comprensión de que hay personas que no están disponibles emocionalmente, y no, no es algo personal, no tiene nada que ver con algo que usted o yo hayamos hecho.

He visto gente torturarse sobre su insuficiencia para con las cosas que le suceden, maldecir su destino, creer que son incapaces, y vivir guardadas en una caja de inseguridades. Lección número dos: deje que cada persona te muestre quién es y observe eso, no lo que usted desearía ver. Irse de fiesta, no querer un compromiso o hasta desear una relación estable y duradera está bien. Lo que no está bien es no comunicarlo a la otra persona. Si no es mutuo, ni al caso.

Cada persona despierta cosas diferentes en las aspiraciones y sentimientos, pero no necesariamente debe ser una lucha por ver quién demuestra más. Al final del día, quien elige es uno, habrá alguien que reúna todo eso. Lección número tres: no es necesario que te gusten todas las personas con las que salgas, ni al revés.

Este quizá no sea otro tonto relato, ni una ventana al alma, pero también hay que saber posicionarse en la vida, y ver la soledad separada de la soltería, hay infinitas posibilidades de sentirse en plenitud sin la premisa de que alguien te acompañe, a partir de ahí es que cada individuo debe construir su propio relato dentro de su propia vida. Lección número cuatro: el aprender a vivir con una felicidad individual, le permitirá mantenerse estable en todo momento, y verá las oportunidades siguientes como un plus y una sumatoria a su vida, no como una necesidad.

Inexorablemente el aplicar una o todas las lecciones dependerá del accionar y no del querer, la motivación es buena, desde luego, pero estar motivado no te lleva a actuar, salga y quiera. Las personas podrán o no ajustarse, pero eso puede cambiar, en cambio la manera de demostrar, no.

Aprender a controlar los sentimientos desde siempre ha sido tarea difícil, sin embargo, la realidad es la que es, pura y simple, que no es una simpleza, sin embargo la belleza en las cosas más sencillas sigue estando allí, no podemos controlar todo lo que nos rodea, pero si tenemos la oportunidad, es de buena utilidad saber controlar el desenlace, al principio todo es precioso, después..., ahí es donde radica el detalle, pero, nadie dijo que sería fácil. 

Nadie dijo que sería fácilWhere stories live. Discover now