Límite

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Blanco... todo a mi alrededor siempre ha tenido ese color, las medicinas, la habitación, los trajes de las enfermeras, las cortinas, el piso, las nubes que observo a través de mi ventana cada mañana, incluso los glóbulos que me están matando, todo es tan blanco que me ciega.

- Paciente Wei, ¿Cómo se siente el día de hoy? — Preguntó la doctora Wen mientras revisaba su condición.

- Si te digo que estoy bien, ¿me creerías? — Respondió Wei Ying intentando sonreír.

- ... — Wen Qing no sabía que responder.

Su enfermedad estaba muy avanzada, sabía que su final llegaría pronto, pero no pensó que moriría esa misma noche.

Al despertar todo a su alrededor estaba negro, no podía ver ni oír nada, pero en lugar de asustarse o sentir miedo se encontraba en paz, no había dolor, ni tristeza, era como si todo aquello que lo hacía sufrir nunca hubiera existido.

- Lamentable... tan lamentable...

Una voz hacía eco en la cabeza de Wei Ying.

- Pequeño, ¿por qué sientes alivio al morir? — Preguntó aquella misteriosa voz.

- No lo sé... tal vez sea porque mi vida no tenía sentido. — Respondió Wei Ying.

- ¿Por qué no tenía sentido? — Replicó aquella voz.

- Estaba enfermo. — Respondió Wei Ying de manera indiferente.

- Sí no hubieras estado enfermo, ¿qué sentirías?

- No lo sé, y pensarlo ahora no tiene sentido ¿no crees? — Respondió Wei Ying con sarcasmo.

- Un mes... te daré un mes... entonces déjame oír tu respuesta.

- ¿Qué quieres decir? ¿Quién eres? — Preguntó Wei Ying confundido.

- Me han dado muchos nombres a lo largo de la historia, pero digamos que soy tu espíritu guardián, en un mes nos volveremos a encontrar, buen viaje.

- ¡E-Espera!

(...)

Wei Ying escuchaba las aves, olía la naturaleza, sentía la brisa y los rayos de sol en su rostro, era casi como un sueño.

- Joven

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- Joven... Joven... — Se escuchaba como alguien lo llamaba. - ¿Joven se encuentra bien?

- Blanco... — Murmuró Wei Ying al abrir los ojos y encontrarse con un hombre vistiendo aquel color.

- ¿Puede levantarse?

- ¿Qué... Quién...? — Después de recuperar un poco sus sentidos, Wei Ying se sentó rápidamente y observó sus alrededores, todo era rural, no había rastro del hospital o la ciudad, se encontraba en un ambiente completamente distinto al que conocía.

- ¿Dónde... estoy...? — Preguntó Wei Ying confundido.

Continuará.

El tiempo que estuvimos juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora