Capítulo 14

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Ok, tengo dos avisos antes de empezar.

1._ En la información de este perfil, esta el link de mi perfil de instagram, para que vayan, me sigan y se unan al grupo de WhatsApp de las alitas si quieren

2._ El servicio técnico de wattpad me resolvió un problema y ahora puedo subir anuncios y hago como dos al día, si me siguen wattpad les avisará cuando los suba así que vayan a seguirme, si quieren claro

Eso es todo, continúen.

14._ El caballero retornado

Emersyn

Casi tres años.

Casi tres años desde la última vez que vi a Yden y lo extrañaba demasiado. Extrañaba sus ideas disparatadas o que siempre supiera que decir para hacerme sentir bien, todo lo contrario a lo que decían los otros residentes del castillo.

Durante sus primeros días de ausencia no tenía ánimos para nada, ni siquiera para comer, mi padre se dio cuenta, pero lo mencionó diciendo que parecía un esqueleto feo y que debía comer más, o me iba a desaparecer y Daileass no tendría con quien casarse.

La verdad me importaba poco si Daileass se casaba o no, a él sólo se interesaba en mí cuando veía que hacía algo mal o me aparecía algún defecto, pero nada más para hacérmelo notar de la peor manera.

"Tu cabello está despeinado, se te ve horrible, arreglalo"

Yden decía que me veia bonita lo tuviera desordenado o no.

"Ese vestido es espantoso, parece de pueblerina, ponte otro."

Yden decía que esos vestidos me quedaban mejor, eran más como yo.

"Si sigues sonriendo como tonta se te va a arrugar la cara y serás más fea, deja de hacerlo."

Yden siempre intentaba hacerme sonreír, y aunque nunca me lo dijera, estoy segura de que mi sonrisa le gustaba mucho.

Y así, y así con todo lo que me decía, en mi mente siempre lo refutaba pensando que Yden me diría algo lindo, y me levantaba el ánimo cosa que él parecía detestar.

La carta que me escribió se convirtió en mi refugio por varios meses, siempre que tenía un problema sólo con leer esas líneas, me sentía lo suficiente bien como para enfrentar a un dragón.

Él me prometió que volvería, y aquí estaré esperando.

Lo que en mi opinión es algo preocupante, es que ya en unos meses es mi cumpleaños número dieciocho, lo que significa que me casaré y no podré esperarlo más.

De sólo imaginar mis días rodeada de ese patán, me dan ganas de lanzarme de la torre más alta.

Este día en particular estoy sentada en el salón del trono, con mi padre a mi lado y Darya en el otro. El primero pretende que me quede ahí todo el día como lo hace él, pero sigo sin entender porque, así que estoy teniendo una conversación medianamente interesante con Darya, hasta que uno de los guardias con su habitual traje gris irrumpe en el salón.

—Mi rey —habló haciendo una reverencia algo exagerada en mi opinión —. Hay un caballero de la corte del rey Priamos que desea verlo y hablar con usted.

—No estoy esperando a ningún caballero y menos del rey Priamos, dile que se vaya —ordenó mi padre con aburrimiento.

—Sí, señor. —El guardia se fue, pero regresó a los pocos minutos, algo apenado —. Mi rey, temo que el caballero insiste en verle, y hablar con usted, dice que se trata de la princesa.

Los pasadizos del castillo [COMPLETADA]Where stories live. Discover now