CARTAS DE CHLOE

1- El Duodécimo

Querida Marinette,

Esta carta es un desastre, pero es la duodécima vez que intento escribir esto, así que te pido que me consientas. Mi terapeuta me pidió que le escribiera esta carta. En realidad, ella me ha estado pidiendo que lo haga durante los últimos meses, pero no estaba listo para hacerlo hasta ahora. Y ahora lo soy, o creo que lo soy, así que supongo que debería seguir adelante.

En primer lugar, sí, he estado en terapia. He estado por un tiempo ahora. Empecé aproximadamente un mes después del incidente Anti-bug. No sé si alguna vez has hablado con alguna de las víctimas de akuma en nuestra clase. Creo que eres una de las únicas personas en nuestra clase que no ha sido convertida, lo que dice mucho sobre tu paciencia conmigo. su tiempo como akuma. Cuando una víctima sale del estado akuma, no recuerda mucho. No, los recuerdos vienen después, en tus sueños, brumosas imágenes de pesadilla de ti vendiendo un pedazo de tu alma. Mylène lo tiene bastante mal, y Sabrina, bueno, ella fue la que me sugirió que debería ir a terapia, porque la ayudó. Y sí, señorita. presidenta de la clase, tengo su permiso para decirle eso. Así que no estoy traicionando su confianza, ni nada por el estilo. Sí, también cubrimos ese tipo de cosas en mi terapia.

El punto es que cuando comencé a recordar mi época como akuma…

Mira, esto es realmente difícil, así que tengo que hablar un poco sobre esto, para darte un poco de contexto. Entonces me enojé mucho. Estaba enojado con mi padre, contigo, en la escuela. Estaba enojado con todo el maldito mundo, por las cosas que estaban fuera de mi control que más quería poder controlar. Estaba enojado con mi madre, quería que le importara un carajo como algo más que una especie de trofeo andante de crianza. 'Mira, tuve un hijo, ahora puedo marcar esa casilla, y puedo andar por el mundo mientras la dejo con su padre y un edificio lleno de sirvientas'. Estaba enojado con Ladybug por ser mejor de lo que podría esperar ser, incluso cuando la amaba por lo increíble que era. Estaba enojado conmigo mismo, con algunas de las cosas que hice, pero no sabía cómo enfrentar eso, ni siquiera admitirlo. Entonces, cuando Papillion me habló, yo estaba totalmente dispuesto.

Y el resultado me aterrorizó.

Porque Anti-bug Chloé era solo Chloé Bourgeios con el poder de hacer algo con su ira. Sobre su rabia, su despecho y su desprecio por sí misma. Ladybug fue el catalizador de esa ira, pero habría sucedido tarde o temprano. De acuerdo, el enojo con Ladybug era inusual, y quizás lo único de Anti-bug que era diferente de la Chloé normal. Chloé abrió los ojos al tipo de persona en la que se había convertido, que era casi indistinguible de un akuma.

Realmente no debería hablar de mí mismo en tercera persona.

Tuve un colapso. Afortunadamente, estaba frente a Sabrina, y ella me ayudó a superar eso y me preguntó si consideraría ver a un terapeuta. Estoy seguro de que puedes imaginar mi reacción inicial. Aunque, maldita sea, Sabrina no me hizo frente. Nunca estuve tan orgulloso de ella como entonces. Usó todos los trucos sucios que le había enseñado para molestarme, engatusarme y empujarme a admitir que necesitaba ayuda, sin siquiera exigirla. Estuvo increíble, y desearía que lo hubieras visto, porque te habría demostrado que no es tan fácil de entender como todos parecen pensar que es.

Así que entré en terapia. Y pasó un poco de tiempo antes de que me sintiera realmente cómodo hablando de mí mismo con el médico. Pero después de tres o cuatro sesiones, el médico me dio un diagnóstico (bipolar, si te lo estás preguntando, pero generalmente en el lado maníaco de la escala) y sugirió algunos medicamentos. Estoy seguro de que puedes imaginar mi reacción a eso también. Mi médico desarmó mis argumentos incluso mejor que Sabrina (quizás no tenga el conocimiento personal que Sabrina tiene de mí, pero la edad y la traición la ayudaron bastante) y me convenció de que tal vez, posiblemente, debería probar este medicamento. Tomó un tiempo antes de que todo estuviera bien, pero ayudan. Mucho. Me dieron el control de mis emociones de una manera que no tenía antes.