Tale 1

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Comenzó con algo insignificante, sin embargo, se convirtió en un destello, un fragmento del tiempo que no puedo olvidar, estruja mí corazón con emociones que ya no puedo manifestar a nadie, porque no existe ser que pueda ocupar ese lugar en mí, fui más que feliz de experimentar cada momento a su lado... y se, que nunca hubiera sufrido en su compañía...

Si hubiera sabido desde antes... lo que realmente sentía... algo hubiera cambiado...? Quizás todo habría tenido un desenlace diferente...

Pero fui insegura, el mundo fue distinto, y realmente fui una estúpida, solo tenía que extender mis manos, atraparlo con mis brazos, y sin importar que, nunca soltarlo...

Pero el mundo dictaminó que no quería que lo abrazara...

Por eso lo perdí... 

Por eso sufrí... 

Por eso aún hoy siento dolor, en donde se supone tengo mí corazón...

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La gélida brisa fue difícil de ignorar cuando el aire pronunciaba su presencia a la hora de presentarse en una noche llegando a su fin de una manera bastante fría.

Los párpados cerrados se arrugaron primero, luego vino el intento por abrir sus ojos, dolía en la piel, al momento que sus sentidos despertaron con el frío de un amanecer idóneo, en lo verde, en el rocio estremecedor de su entorno, la vista de un bosque a la intemperie en la que se encontraba, solo ahora mientras daba vuelta su cabeza en los alrededores.

El frío poco a poco, comenzó a disminuir en la forma que su cuerpo comenzó a generar un esfuerzo por levantarse.

Su mano trastabilló con pesar en la mirada que se lanzo hacia sí mismo.

Que sucedió?

Se apoyo con éxito, con cuidado después, para empujarse desde la tierra y el pasto que al parecer funcionaron como su colchón en la noche que estaba llegando a su final.

Extraño en lo que recordaba, incapacitado para lograr enterarse en el momento que se vio obligado a pasar la noche en un bosque, menos cuando lo hizo sin ningún resguardo.

Tardando en notar lo que parecía ahora comenzar a provocar una realmente dolorosa resaca en la forma que sus experiencias casi inexistentes le trajeron con las bebidas alcohólicas.

No había sido de ser un buen bebedor, tampoco estaba diciendo que le disgustaba, pero cuando aún era joven, entendía que su lugar solía estar en el lado de dos mujeres que tendian a estropear todo cuando habían adelantado más de las copas permitidas para sus organizamos, y siendo el uno, como el pobre que debía lidiar con ambas para que no terminara en una batalla entre el resplandeciente azul de un vestido, enfrentado al destellante rojo que orgullosamente llevaba la otra parte.

Terminando por lo que era una solución más sensata para ambas, al llevarlas hasta el límite dónde ni siquiera podrían levantar un dedo para maldecir, o conjurar en la desgracia para con la otra.

Le había tomado un desagrado en aquellos momentos, y solo había sido compañero de copas de ambas damas por un par de ocasiones escasas.

Solamente había buscado la solución más pacífica, pero también la menos agotadora, al tener dos bultos para repartir en sus respectivos hogares al terminar con una noche donde una simple carcajada podía implementar un desastre sobrenatural para cualquier inocente.

El dolor posterior, lo que evalúo como la resaca que atacó al otro día fue suficiente para que no lo intentara de manera constante, aunque más de una ocasión fue derrotado por la terquedad de dos... damas que exigían que bebiera su copa en brindis por los viejos tiempos... extraño una vez que lo pensaba detenidamente.

fate of the fairyWhere stories live. Discover now