Capítulo 18

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18._ Los zapatos altos son buenos para pelear

Emersyn

Hoy era el día de la boda.

Desde que era una niña siempre me había imaginado este dia, imaginaba sentir mariposas en mi estómago, que me doliera la cara de tanto sonreír, que usaría un vestido precioso y con el que sintiera cómoda, y que amaría a mi futuro esposo, y él me amaría a mí.

No puedo dejar de pensar en Yden, su expresión creo que me atormentará toda mi vida. Cuando lo vi irse me arrepentí por completo y traté de ir tras él, pero Daileass me retuvo tan fuerte del brazo que estoy usando un vestido de mangas largas para que no se vean las marcas de sus dedos.

Darya vino ayer y se quedó conmigo, lloré en su hombro toda la noche repitiendo mil veces que Yden seguramente me odiaba, casi no he dormido nada y mis ojos están hinchados y enrojecidos.

Me estoy arreglando para la boda, odio el vestido que traigo puesto, es demasiado ajustado, casi no puedo respirar con el corsé, tampoco me gustan los zapatos, muy pocas veces he usado zapatos altos en mi vida porque son muy incómodos, y sobre todo, odio tener que casarme con alguien que no amo, que me ha lastimado y no dudo que volverá a hacerlo.

Darya está terminando de peinar mi cabello cuando Daileass irrumpe en mi habitación, inmediatamente escondo detrás de mi espalda el pañuelo de tela blanca que recibí ayer. Lleva un traje de gala, muy parecido al que usó la primera vez que nos vimos.

—Te ves horrible, ¿estás lista?

—Falta poco, alteza —respondió Darya por mí.

—Bien, apresúrate entonces —se dio la vuelta y caminó hasta la puerta, pero lo pensó mejor y volteó hacia nosotras —. Ah, una cosa más, Darya ¿cierto?

—¿Si majestad?

—Cuando Emersyn y yo nos casemos, tus servicios ya no serán requeridos.

—¿Qué? —hablé por primera vez en horas —. ¡No puedes hacer eso!

—Oh, claro que puedo, cuando estemos casados no necesitarás una dama de compañía porque yo seré tu compañía, así que será mejor que ella empiece a recoger sus cosas.

Salió de la habitación, me volví hacia Darya, estaba estupefacta, la conocía de toda la vida y siempre sé lo que pasa por su cabeza, pero esta vez no lo sé.

Iba a abrir la boca para decir algo, pero empezaron a aporrear mi puerta.

—¡Emersyn, ya es hora, sal de ahí de una vez!

—¡En un momento majestad! —Darya se limpió un par de lágrimas y terminó de arreglar mi cabello.

—Darya yo...

—No, cállate y escucha, no quiero oírte culpandote de esto —se paró frente a mí y colocó sus manos en mis hombros —, no importa lo que pase conmigo o con todos los demás, tú tienes que ser la mejor reina de todas y vas a proteger a tu reino de ese imbécil ¿me oíste?

—Pero... no puedo hacerlo sola.

—Si puedes, porque eres más fuerte y valiente de lo que piensas y cuando empieces a creerlo ese idiota va a temerte y a suplicar por su vida ¿entiendes?

Asentí y le di un abrazo, conozco o a Darya desde que tengo memoria y siempre me ha ayudado en todo, siempre me ha apoyado y yo no podría hacer nada sin ella.

—Te quiero, eres como mi hermana ¿sabías?

—Yo también te quiero, ahora ve, tu padre debe estar furioso, y por cierto, te ves preciosa.

Los pasadizos del castillo [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora