Sus Recuerdos en Tinta

Parte Única

Notas:

Para omitir las escenas de sexo:

- Deténgase en "Fue extraño estar en el apartamento sin A-Yuan, y también un poco vacío" y continúe en "Su cuerpo estaba pesado y suelto de una manera que solo había experimentado después de un entrenamiento particularmente duro, pero esto fue mucho más agradable "
- Deténgase en" Lan Wangji estaba más que ansioso por mostrarle en acciones y palabras lo mucho que lo adoraba "y continúe con "Vio a Wei Ying mirando el dizi"

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Lan Wangji era de los que pensaban antes de actuar.

Lo que no quiere decir que sus instintos no fueran buenos; era capaz de pensar rápidamente, cuando lo necesitaba. Pero para las grandes decisiones, las que seguramente iban a tener consecuencias, tenía que considerarlas desde todos los ángulos.

La primera gran decisión que recordaba haber tomado fue cuando tenía cinco años y le dijeron que eligiera entre el violín y el piano. Cuando preguntó por otros instrumentos que pudiera tocar, se le dijo firmemente que esas eran sus dos únicas opciones. No había cuestionado el porqué. En cambio, había pasado un mes revoloteando entre los dos, disfrutando de ambos, aunque no estaba seguro de cuál de ellos le atraía más.

Y entonces vio cómo los ojos de su madre brillaban cuando probaba las notas en el violín, y había consolidado su elección.

Una vez más, cuando Lan Wangji se encontró ante una gran decisión, pensó en su madre, acompañada del inmenso y desolado dolor en su pecho por su ausencia.

Estaba cansado de no tener casi nada de ella que pudiera reclamar como suyo. Tenía un par de fotos y una baratija que ella le dio una vez - una tonta cosa de plástico, probablemente proveniente de un gashapon, en forma de una nube azul. Estaba desgastada y descolorida por los años que había frotado su pulgar contra ella, su ritual de buena suerte antes de un concierto.

No creía del todo en la buena suerte, pero ayudaba a calmarlo de todos modos.

La nube de plástico estaba caliente por su mano mientras estaba fuera del edificio al que lo dirigía la aplicación de mapas. Volvió a mirar el teléfono para comprobarlo por tercera vez, pero lo cierto es que era aquí. Respirando hondo, observó las vitrinas de la tienda, casi enteramente ocultas por grandes obras de arte y grafitis premeditados, así como por folletos y promociones de restaurantes locales, antes de que sus ojos se dirigieran al letrero.

Tatuajes Yiling

Había tenido esta idea por lo menos desde hace un año, si no más. Se había tomado el tiempo suficiente para determinar si esto era realmente lo que quería.

Sin embargo, era difícil obligarse a entrar por la puerta. Difícil de ignorar el fuerte contraste entre él mismo - camisa y pantalones de vestir planchados, zapatos negros brillantes - y la estética en la que se sumergió.

Y definitivamente era una estética. Más obras de arte tapizaban las paredes -incluso el techo, de alguna manera- y una pequeña araña negra colgaba sobre su cabeza, en la cual había pequeños esqueletos colgando. Había más toques mórbidos aquí y allá, desde las copas y los cuervos y calaveras de plástico que descansaban sobre cualquier superficie disponible, así como un leve olor a incienso. Una suave canción sonaba en unos altavoces ocultos, algo melancólico pero encantador.

No era como si se considerara a sí mismo superior a ella. Simplemente no era para él. Pero había buscado en Internet el mejor tatuador de la ciudad, y las críticas habían sido muy favorables a Tatuajes Yiling. Específicamente, un artista en particular, el dueño, que supuestamente era "dulce, divertido e increíblemente talentoso". No pudo evitar notar que la mayoría de los críticos eran mujeres, pero ¿quién era él para juzgar? No era como si estuviera allí para ser coqueteado.