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"¿Los demonios existen?"

"Si es así ¿porque no han conquistado el mundo?"

"¿Porque tenemos una visión tan clara de ellos si no los conocemos?"

"¿En serio no existe entre ellos el buen corazón?"

"¿Realmente son tan horribles como muestran en la pantalla?"

"¿Son tan poderosos como los hacen ver?"

"¿Están entre nosotros?"

"¿Son capaces de contaminar la mente como muchos dicen?"

"¿Y si son los humanos los verdaderos demonios?"

Esas y más preguntas pasaban por la mente de Karin mientras su compañero no paraba de parlotear sobre un juego con esa temática, ella nunca creyó en ellos, pero al mismo tiempo se le hacían interesantes

— Oye ¿Me estás escuchando? — Este al ver que lo ignoraban no pudo evitar irritarse

La peliroja parpadeó, no se habían dado cuenta de que había empezado a divagar en sus pensamientos, le dió una sonrisa culposa

— Perdón, me metí mucho en mis pensamientos, ¿Que decías?

— Decía, que si querías jugarlo.

— La verdad es que no, gracias.

— Bieeeen, entonces supongo que lo jugaré yo solo — menciono mientras hacía una pose dramática, haciendo reír a la peliroja, realmente nunca cambiaba

— Si ya terminaste de exagerar, ya es hora de que me vaya.

El chico levanto la vista para mirarla, luego miro el cielo y sonrió

— ¡Entonces nos vemos mañana!

Karin observo cómo se levantaba y empezaba a correr de manera animada, moviendo la mano en un "adiós"

Ella cerro los ojos y se estiró, sentía todo el cuerpo de la cintura para abajo entumecido, había estado sentada mucho tiempo

Se dirigió a su casa, estaba empezando a anochecer, y a ella no le agradaba estar caminando de noche por calles vacías, por alguna razón que ella desconocía, se le hacía muy desagradable

Mientras caminaba, sintió repentinamente pánico, como si le temiera a algo, o a alguien... Con dificultad se volteo a ver a un callejón, no había nada, pero por alguna razón se sintió aún más inquieta, enfocó la vista para intentar ver más haya, y cuando lo consiguió, quedó petrificada

Ante ella, una bestia de 3 a 6 metros con apariencia de zorro estaba devorando a alguien, lo hacía mientras movía unas 9 colas que bailaban y giraban, demostrando así el gusto de la criatura

Karin no paraba de temblar en su sitio, nada la había preparado para eso. Se sentía afónica al no ser capaz de gritar, pero se sintió peor cuando los ojos de esa monstruosidad voltearon a verla, rastros de sangre y una pierna se asomaban por la boca de esta, mientras que todo el pelaje del frente estaba manchado de aquel líquido rojo

El zorro de tamaño colosal ralentizó el movimiento de sus colas, sus ojos color sangre miraron a la persona que tenía enfrente, una sonrisa se asomo entre toda esa sangre, podía oler como el terror salia disparado por cada poro del diminuto ser, eso le llenaba de gratificación

La peliroja grito cuando la bestia arremetió contra ella, se quedo en el suelo paralizada y con los ojos cerrados, cuando tuvo el valor suficiente, los abrió, no había nada alrededor, se giro para ver le callejón, nada, no había nada. No había rastros de sangre o de algún cuerpo, tampoco estaba la criatura con forma de zorro

Demonゞ   Where stories live. Discover now