LA PRINCESA REAL

episodio 001

soy feliz, claro que no.

mi madre murió cuando tuve cinco años, mi padre el príncipe hector era el vizconde, mi hermano menor era el archiduque.

yo era la condesa sobrina favorita del rey, e única sobrina existente de el.

mi hermano siendo el archiduque tenia casi el mismo poder que un infante

por ello el internacional de la casa para dar ofrenda para la diosa hekate madre de la naturaleza y diosa de la tierra y cielo.

hekate la hermosa diosa del todo observava a su fiel sirvienta, sacerdotisa, y la única que podía leer las profecias que mandaba con una recompesa .

la fiel y leal señorita sonreía feliz de ver como los caballeros se terminaban de arreglar para ir ala oficial y obligatoria casa del demonio de tres cabezas. que sorprendente mente aun seguía con vida después de que el archiduque osea mi hermano lo venciera volvia su cueva a renacer y volver cada año en la misma fecha anterior volvia y pedia una ofrenda, la hija del rey.

lo único malo era que el tio no tenia hijas mujeres, solo varones, de 18,20 y 15 y de ultimo de catorce.

entonces escuchamos al monstro pedir a la supuesta princesa, yo por primera vez asistiría en un palcp privado, donde pdria ver todo lo que sucedia.

-señorrita thalia, el archiduque espera a fuera con el carruaje real, solo falta usted-sonrio tomando su sombrero regalos de cumpleaños de mi tio.

baje con mis damas de compañía, mi cuñada la archiduquesa me esperaba en la puerta, siempre me desagrado esa mujer, solo le importa el dinero, que mi hermano porpionaba, el siempre gano grandes recompesas en la fría y cruel guerra.

desgraciadamente mi hermano y esta repugnante mujer junto a mi padre vivian en la casa del vizconde.

salimos mostrando mi notable desprecio, mi hermano me ofrecio su mano para subir al carruaje, este carruaje me hizo acordar cuando me case con el conde del monte celeste paso rápido el trayecto al monte jose. bajamos viendo a ambos hermanos discutir.

al notar el carruaje real, detuvieron su hablar, el tio camino lenta y tortuosamente a ojos de mi padre hacia el carruaje. abrió aquella cortina dejando a la vista la poseedora del poder único entregado por la diosa hekate.

haciendo una pequeña reverencia al salir del carruaje.

-sol resplandeciente de nuestro sagrado imperio.-sonrio la joven queriendo abarazar asu tio quien la abrazo a pesar de las normas.

al separarse corrió a abrazar a su padre.

-condesa consorte.-su padre tan formal como de costumbre.

-luna brillante del impeio resplandacienete- ahí recisivo una mirada de aprovasion.

hermano no debes de ser asi con tu hija, era lo que iba a decir mi tia monica, pero yo fui mas rápida mostrándole la mano de aprovasion. y con firmeza mire dolida a mis tios quienes miraban furiosos a papa, quien con una gran sonrisa abrazo a Zack y rosa, estaban sonrientes.

ellos le debian solo a su majestad una reverencia a papa jamas le hacían reverencia a mi padre, cuando me case no solo tuve que mostrar mis respetos a el si no a mi suegro, la ley era servir a la viuda durante los cien días de luto entregados a los familiares pero ambos desaparecieron los cien días, al ciento un dia aparecieron a darme las condolencias por enviudar tan joven y sin dar a luz un bebe, pero dijeron empezó los momentos mas cruciales, en sus palabras podría volver a casarme. empezó el momento crucial, me hicieron compartir mi palco privado de los celeste con la insoportable esposa de mi molesto hermano menor.

debíamos bajar a despedirnos de nuestra familia.

me acerque a mi padre. -Que tenga una dulce victoria su alteza.-hice una reverencia, la insolente maria se acerco a copiarme, ah pero cuando iba a ser mi reverencia copiada el la detuvo afirmando que una mujer embarazada no podía hacer reverencias, por que corria riesgos de parto rápido.

enfadada me acerque amis tios quienes se estaban despidiendo.

-Gran sol brillante de este hermoso imperio le deseo una victoria aplastante.-dije pasando yendo con Zack. al llegar lo abrace. llego la hora como santa del monte celeste y sacerdotisa de la diosa hekate me dio el deber de empezar la casa real. hombrea de la nobleza como campesionos marcharon en busca de la bestia.

yo subi a mi balcón a esperar el regreso de su majestad, desafotunadamente me encntre con maria sentada en mi lugar sagrado.

-Maria, que haces aquí, crei que te lo deje claro.-murmure enfadada.

-se que mataste a tu esposo santa celeste, que pasa si el señor lo descubre, mientras este aquí le convenira estar de mi lado incluso si me odia alteza.