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El humilde y pequeño hogar estaba siendo adueñado cruelmente por fuertes ruidos lastimosos y espantosos; llantos, sollozos, el sonido de un cinturón de cuero estrellarse sin piedad alguna contra una frágil y delicada piel, más insultos asquerosamente hirientes provenientes de una voz masculina; ronca y gruesa; quebrada de forma repulsiva gracias al efecto del jodido alcohol.

Un pequeño y frágil cuerpo se encontraba despojado contra el suelo, tratando de sujetarse débilmente con sus pequeñas y delgadas manos a los bordes del desgastado y sucio sofá, su cuerpo temblaba de manera indescriptible que ni le daba tiempo de sujetarse bien, en cambio sólo lograba deslizarlo suavemente al suelo, llevándolo nuevamente ahí, a donde se suponía que debería de estar porque según su padre, él lo merecía.

El fuerte e insoportable ardor se expandía bruscamente por toda su delgada espalda, haciéndolo desfilar audibles sollozos e inmensas quejas de dolor que abandonaban instantáneamente los secos y maltratados labios del menor.

―¿QUÉ TAL, EH?

La misma horrible voz que había sido utilizada para insultar de manera insípida al menor, volvió a hacerse presente en medio del pequeño y horroroso caos.

―¡¿Ya reflexionaste después de haberme faltado al respeto?!

Ya bastante adolorido y realmente asustado, rogó a Dios a que lo ayudase y lo sacara de ese ambiente tan envenenado de maltratos físicos y mentales, y teniendo una migaja de esperanza instalándose en su pecho, con voz totalmente quebrada, producto de sus fuertes llantos, trató de hablar lo suficientemente alto para que su padre lo escuchase, diciendo un: "Sí, padre. Lo siento mucho, no volveré hacerlo. ¡Lo juro!", desgraciadamente el nudo que aún atravesaba y abusaba su garganta se lo impedían totalmente.

El escalofriante temblor no parecía cesar, pues él aún se encontraba en ese estado tan lastimoso que incluso el sentimiento físico parecía jugar con él.

El agua salada salía a una velocidad impresionante de sus inocentes y lindos ojitos color miel, manchando por completo sus mejillas y deslizándose en gruesas líneas por sus pómulos, mentón y cuello, hasta llegar literalmente a su pecho, empapando por completo la parte superior de su desgastada y holgada camisa. Y es que escuchar el triste y feo sonido del cinturón golpear su espalda, lo hacían llorar y sollozar aún más.

Y entonces, como pudo, nuevamente intentó sostenerse en los bordes del sofá color rojo con todas las débiles y frágiles fuerzas que le quedaban, y aunque el molestoso temblor parecían meterse en su camino, él no se rindió y siguió con su objetivo.

―Pe-perdóname, padre. Lo-lo siento mucho, no de-bí hacerlo. ¡LO SIENTO!

La última palabra la había soltado con tanta desesperación, con esa voz tan dulce demasiado corrompida y con el raspón de sus dolorosos llantos que, no supo en qué momento sus sentidos se vieron cegados por la nuble de la desesperación y debilidad, debido a que había usado demasiada fuerza sobrepasando los límites al que su pequeño y diminuto cuerpo le permitían

Sin embargo, eso no fue impedimento para que aquel cruel y jodido hombre mayor azotara aún, nuevamente y sin piedad alguna, su agrietado cinturón de cuerpo contra la suave piel del pequeño castaño, lo que ocasionó que el miedo brotara aún más el cuerpecito del maltratado chico, pensando que tal vez había sido demasiado irrespetuoso al haber dicho aquello, incluso una leve capa de sudor comenzó a cubrirlo de manera leve.

Tratando de soportar todo el horrendo dolor de todo su ser, decidió cubrir sus mojados ojos con sus párpados apretándolos con toda la fuerza suficiente, al mismo tiempo el cómo sus manitas se aferraban y apretaban la sucia tela del sofá y, aunque sus ojos los mantenía exageradamente cerrados, aún así las dañadas lágrimas se desprendían de sus orbes mojando sus pestañas y mejillas. Su mandíbula estaba tan tensa que eso ayudaba a que el nudo de su garganta atacara aún más esa área, haciendo que un molestoso malestar se hundiera fácilmente en su pecho.

『 𝐄𝐋 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐄𝐍; 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐑𝐄𝐘 』【 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐛𝐚𝐞𝐤 ✞ 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora