NARUTO: EL CAMINO DE LOS RENEGADOS

Deserción

Esta historia es escrita por mi persona para fines de entretenimiento propio y de quienes decidan leer mis desvaríos, puede estar sujeta a una revisión futura para corregir algunas cosas,
Naruto no me pertenece, todos los derechos a su autor, el señor Masashi Kishimoto.

El viento mecia suavemente dos cabelleras opuestas, una de color asabache y otra rubia que parecía besada por el sol, dos jóvenes mantenían sus ojos cerrados en concentración ambos esperando que algo pasara, de pronto una voz conocida los saca de su meditación.

-que diablos creen que hacen al desertar de konoha? No saben que los que abandonan a sus compañeros son peores que escoria? - grito un kakashi bastante molesto mirando con enojo a sus alumnos varones.

Ambos abrieron los ojos a la vez, unos ojos de un negro profundo y de apariencia indiferente, otros unos de color azul ceruleo pero con la pupila rasgada, la frialdad que tal mirada evocaba era inimaginable viniendo de una persona tan alegre y bondadosa como naruto.
Ambos sonrieron de lado, pero fue naruto quien habló.
-no tienes derecho a darnos ese sermón, kakashi, ya que nos abandonaste a sakura y a mi, en favor de entrenar al emo aquí, además abandonaste a tu sensei al no cuidar de su hijo-dijo naruto fríamente mientras un escalofrío recorría la espalda de kakashi.

-cómo sabes eso? - preguntó kakashi temblando un poco.

-digamos que al kyubi no le agradó que su contenedor fuese débil, porque le da mala imagen según el, y decidió decirme mi herencia para ver si podía sacarme de una vez esa patética máscara emocional- mintió naruto pues fue el propio orochimaru quien le contó sobre su herencia, el a diferencia de sasuke, se dejó poner la marca de maldición, y gracias al kyubi no sufrió ningún efecto visible, incluso el tatuaje se ocultó en su piel.

-Porque no iniciamos esta fiesta? O esperamos a que lleguen los otros invitados?-Preguntó naruto, el lado izquierdo de su cara se cubrió de marcas negras mientras su ojo se volvía rojo y rasgado.
Sasuke Sonrió e hizo lo mismo, solo que iris se volvió dorado como el de orochimaru.

-Narutooo- grito una voz familiar para el rubio,
Jiraiya de los sannin se paró cerca de kakashi con una expresión de pura furia.
-que crees que haces? mocoso idiota- dijo el sannin con un profundo ceño fruncido.
Otras figuras se podía ver muy a lo lejos, un rock lee muy lastimado, más lejos pudo distinguir un particular cabello rosa, seguramente ella e ino fueron enviadas tras el equipo dirijido por shikamaru, como apoyo médico junto con los ambu que seguramente habían lidiado con los 5 del sonido.
Esas dos niñas realmente habían progresado, podían usar decentemente la palma mística y por ende salvar las vidas de sus amigos, ayudando a shizune quien también fue enviada, y atendería las heridas más graves.

Naruto Sonrió mientras sus colmillos se hacían más afilados, sun uñas se volvían garras capaces de rasgar acero, sus marcas en las mejillas se profundizarán y una leve aura de chakra rojo lo envolvía. Este era el momento de desatar todo su poder, era el momento de que estas personas conocieran al verdadero naruto, estos ilusos ni siquiera podían imaginar que frente a ellos estaba parado el heredero del kyubi, su discípulo, la mayoría no sabía que el era el hijo del cuarto hokage, pero hoy lo sabrian, ese pueblo maldito sentiria la desesperación...

-Listo, dobe? - preguntó el uchiha mirando de reojo a naruto.
Ellos dos habían entrenado juntos durante mucho tiempo, sin que nadie lo supiera, incluso intercambiaron sus técnicas estrella.
Ya que kurama sugirió usar sus ojos demoníacos para eliminar la debilidad del chidori, la visión de túnel.

Naruto desapareció en un borrón de velocidad tratando de golpear a jiraiya, pero el sannin bloqueo su golpe pero retrocedió por el poder tras el, notó que su antebrazo estaba quemado por el corrosivo chakra del kyubi.