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El reloj apenas marcaba las 5 de la mañana, la ciudad permanecía en silencio todavía y aún así, una chiquilla se encontraba despierta, preparándose fervientemente para el inicio escolar.

Su ropa pulcramente planchada desde la noche anterior ya se encontraba sobre la cama, su largo cabello negro, perfectamente peinado en 2 coletas.

Muchos podrían burlarse de la emoción de Yeojoo por cosas como estas, pero que una chica de bajos recursos como ella pudiera asistir a un colegio tan prestigioso era algo que no pasaba todos los días, solo en los dramas que solía ver por la tarde.

Se miró al espejo y se animó a si misma, se veía bonita y el uniforme le sentaba de maravilla, no era nuevo pero su madre le había hecho algunos arreglos discretos que casi lo parecía.


- Vamos Yeojoo, no empieces a ponerte nerviosa ahora-, notó como sus manos empezaban a temblar


No podía acobardarse ahora, había pagado completa la colegiatura y aunque quizás tendría que trabajar para poder pagar las siguientes mensualidades, el simple hecho de ser aceptada ya era todo un logro.

Sus padres habían luchado desde hace meses, incluso amigos y familiares aportaron su granito de arena para pagar esa cuantiosa colegiatura.

Incluso la misma Yeojoo había tenido innumerables trabajos para este gran día.

Pero era su sueño, desde niña quiso estudiar ahí porque escuchó en la televisión que toda la gente exitosa se había graduado de esa escuela.

Y ella realmente quería ser exitosa.


- Yeojoo hija, baja a desayunar. Si te atrasas se te pasará el bus y llegarás tarde-


Su madre la sacó de su ensoñación, le sonreía desde la puerta de la habitación, luego la miró de arriba hacia abajo, llenándose de orgullo al ver a su pequeña con el uniforme.


- Te ves tan hermosa-, se acercó para acariciarle el cabello, pero siendo cuidadosa para no estropearle el peinado

- Gracias mamá pero no era necesario que te despertarás, no quiero que estés cansada todo el día así que a partir de mañana yo misma me haré mi desayuno-

- No seas gruñona Yeojoo, es un desayuno de buena suerte, si no lo comes en los próximos 5 minutos llegarás tarde-


La pelinegra miró alarmada el reloj, tomó la mano de su madre y juntas caminaron rápidamente hasta la cocina. Donde ya la esperaba un delicioso desayuno y su lunch.

-

- Ten mucho cuidado por favor. Llámame por cualquier cosa. ¿Llevas tus útiles? ¿Tomaste tus vitaminas? ¿Tus lentes? –

- Si mamá, deséame suerte-, le sonrió ampliamente mientras se ajustaba su mochila


Le dijo adiós a su madre y partió hasta la parada del bus 3 calles más abajo. Se topó con algunos transeúntes que igual se dirigían a su escuela o a su trabajo.

Yeojoo sonrió, este sería un buen día.

Lo sería.

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⏰ Last updated: Apr 21, 2022 ⏰

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