Amor Verdadero, Amor Doloroso

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¿El sentimiento por una persona por la cual te preocupas? ¿Los empalagoso abrazos de tu madre que te da desprevenidamente? ¿Los inútiles consejos de tu padre que te da con buena intención? ¿Las reconciliaciones entre hermanos después de una pelea? No lo sé, jamás tuve nada de eso, por lo que no me interesa, no conozco a casi nadie y casi nadie me conoce a mi, a excepción de la amable anciana que vive cruzando la calle que todos los fines de semana me trae algún dulce y charla conmigo mientras tomamos café; de la cual conozco toda su historia familia, su marido muerto, su hijo muerto, ella con un hueco en el corazón que quizá llena estando al tanto de mi, un chico que vive solo en una gran casa que se cae a pedazos y cuyos padres no ve por a veces semanas. 

Hay días que quisiera amor, más allá del que la anciana me brinda, quizá un novio o quizá un amigo. Que trillado es todo eso, he visto muchas películas y series estando solo, durante frías noches en las que desearía tener a alguien al lado, que son siempre lo mismo, chico, chica, se enamoran, se confiesan, se besan, se hacen pareja, después se casan, tienen hijos, ¿Una vida ideal, no? Pues las cosas no siempre son así, un gran ejemplo son mis padres, ambos se odian aún después de que se casaron y evitan a toda costa estar en casa solo para no verse, y no verme a mi, el fruto de esa relación negada. 

A veces me pregunto si yo sería igual, aunque lo dudo, pues estoy por terminar mi adolescencia y aún no he experimentado nada de ello. No sé que es el amor, ni siquiera una amistad, he tenido compañeros no lo niego que me han tratado maravillosamente, sin embargo, jamás nada especial. He visto como ellos se enamoran y tiene una semana maravillosa, rompen y pasan dos días llorando. Es muy simple para mi, si tuviera un romance, desearía que fueran tan maravilloso que si lo perdiese jamás podría olvidarle en lo que me quedara de mi vida. Uno que me llene el corazón de alegría y que después me lo destruya por completo. 

La anciana que vive cruzando la calle me ha dicho "El amor verdadero duele, pues vives conociendo a otra persona, y las personas siempre están creciendo y mejorando, lo que significa que son imperfectos y esas imperfecciones terminan en discusiones tontas, solo las personas que realmente se aman superan estas imperfecciones, cambian y se reconcilian. Es doloroso, pero es verdad" 

Eso me asusta un poco, pues eso es esperar lo peor. Por eso tengo miedo de confesarme, me gusta un chico de mi clase, a quien me paso dibujando a todas horas, tiene rizos y ojos oscuros, siempre lleva una chaqueta azul marino y unos zapatos de un naranja pastel.

Él fue transferido a mi salón a mediados de año, en ese entonces me la pasaba durmiendo en clase, me desvelaba mientras veía la ultima temporada de mi serie favorita: que trataba de una chica enamorada que se vuelve bruja para hechizar a su amado, quien termina aborreciendola y delatandola  a la iglesia que la quemo en una hoguera. Ese amor no fue verdadero, pues ella termino odiando al chico en sus últimos momentos y le lanzo una maldición volviendolo una rana. 

 Volviendo al chico podría decirse que al igual que amarlo lo admiro, pues es perfecto en todo lo que yo no, en clases, en deportes, incluso se ha hecho amigo de toda la escuela más rápido de lo que yo hizo un amigo el salón, cabe resaltar que este "amigo" solo pensaba que vendía drogas, puede que me vea desaliñado y tenga ojeras pero es solo porque me desvelo y jamás duermo. Me dejo después de ello, en realidad, fue expulsado creo que por lo mismo que pensó que yo tenía. 

A veces miro de lejos al chico que me gusta, creó que no lo nota, una vez le deje un dulce en su mesa, creyó que había sido una chica. Solo hemos hablado una vez y esa vez basto para maravillarme con él, llego tarde y como todas las demás sillas estaban ocupadas se sentó a mi lado, recuerdo que estaba dibujando y también me estaba quedando dormido.

-¿Estas cansado? -me pregunto.

-Ni que lo digas -le respondí sin muchas ganas.

-¿Te gusta dibujar? 

Two Broken HearthsWhere stories live. Discover now