El intercambio 0.5

CAPÍTULO ÚNICO (PARTE 1)‼️

Nota de escritora: hola :-)
Déjame tus votos y comentarios para saber que estás ahí esperando actualización, se agradece mucho esta oportunidad de ser leída.

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En aquel momento nadie sería testigo de lo que, a continuación, ocurriría. Una mujer se encontraba en labor de parto dentro del quirofano, toda su familia estaba preocupada mientras esperaban afuera por noticias, según les habían informado los médicos el parto sería difícil, en sí todo el proceso del embarazo lo fue para la paciente. Entre ellos había otra mujer amiga de la paciente, tenía el estómago muy abultado, no le faltaba mucho para también dar a luz, quizás algunos días.

De pronto, sintió una patada que la hizo sonreír sabiendo que su bebé estaba allí. Se tocó el vientre sin borrar la sonrisa y entonces un dolor repentino se adueñó de ella reflejándose en su rostro. Arqueó la espalda rodeando su estómago y soltó un alarido. Todas las miradas de aquella sala se posaron sobre ella, incluyendo la de su esposo, quien no dudó en acercarse preguntándole si se encontraba bien.

La mujer levantó la vista con el rostro contraído para verlo y le sonrió, asegurándole que lo estaba, aunque era consciente de que no era así. El dolor que empezaba a sentir cada vez se volvía más agudo y pronunciado. Su esposo negó con la cabeza diciéndole que ella no lo estaba, que se veía pálida.

Y lo siguiente que pasó fue que agua empezó a correr por las piernas de la embarazada alarmando aún más a los presentes. Rápidamente, uno de los familiares de la paciente en la sala salió buscando una enfermera mientras el esposo le pedía a la mujer que se apoyará en él.

Todos en la sala reboloteaban alrededor de ellos, algunos más alterados que otros, hasta que finalmente volvió el familiar con una enfermera acompañada de un doctor y una silla de ruedas y se la llevaron para prepararla para el próximo parto.

Dentro del quirofano, la mujer en labor de parto finalmente logró sentir alivio tan pronto pudo oír el llanto de su bebé y más tarde la embarazada de la sala de espera experimentó el mismo sentimiento y sensación al dar a luz también a su bebé. Ambas eran niñas. No obstante, a la llegada de una de ellas, después del parto, una figura vestida de negro emergió del rincón más oscuro dentro de la habitación.

Era una mujer, poseía la piel tan pálida como una hoja en blanco y el cabello largo y sedoso tan oscuro como la pluma de un cuervo. No obstante, el color de sus ojos era brillante tal y como un rubí rojo escarlata intenso.

—Aquí estás —mencionó cargando a la bebé, la madre se encontraba profundamente dormida en la camilla, observó.

Dio vuelta y se dirigió al oscuro rincón de donde había salido, ni siquiera se vieron, tan pronto como atravesó la oscuridad espesa de aquella zona, un chico emergió de la misma como la otra cara de cambio de una moneda llevando una bebé en brazos idéntica a la que se habían llevado.

—No te acostumbres a este lugar —comentó observándola unos minuto y luego la depositó con cuidado en la cuna donde minutos antes había estado la bebé, entonces dio vuelta dirigiéndose hacia el oscuro rincón siendo absorbido por el mismo tras haberlo atravesado.