Cap 34.-

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Nicolás:

Nos encontrábamos en una cafetería fuera del aeropuerto, estábamos en silencio solo observando al sujeto que nos detuvo antes, nos mirábamos unos a otros , el se mantenía con una ceja levantada y sus brazos cruzados sobre su torso.

—¿Te quedarás en silencio?— miro a Alexia achicando los ojos.

—Yo...— hablo nerviosa

—Angie...— dio un gran suspiro— ¿Cuántos más? Amigo no es nada personal pero a esta muchachita le gusta salir con varias personas a la vez — fruncimos el ceño y nos miramos entre nosotros.

— ¿De que hablas?

—Yo no te voy a juzgar, aun que seas mi hermana pequeña no me importa como lleves tu vida amorosa.

—¿Hermana?— susurre y mire a Alexia confundido, aunque muy en el fondo sabíamos que esto podía pasar, por que en realidad Alexia no había tenido contacto familiar desde que tomo el cuerpo de Angie.

—¿De seguro te dijo que es hija única verdad?— rio un poco — no me sorprende en lo mas mínimo — dio un gran suspiro y le dio un sorbo al café que tenia frente a el sin quitarnos la vista de encima —¿Mamá y papá saben que estas aquí?— ella negó rápidamente con la cabeza.— el,la llegaran hoy, la empresa de Francia quebró así que regresarán, solo que primero vendrán a relajarse un poco antes de volver a la ciudad

—Yo... no he hablado con ellos en meses.

—Ni yo hermanita, así que estamos en la misma situación, sabes...estás un poco extraña— la miro fijamente— demasiado seria diría yo.

—Te seré sincera... no tengo la menor idea de quién eres.

—¿Que?

—Ni siquiera se tú nombre...

—Angie deja de jugar...

—Yo no soy...

—Angie tuvo un accidente hace unos meses, perdió la memoria— interrumpí.

—¿Y tu?— me miro fijamente — ¿Como te conoce?

— El y yo nos conocimos después en mi trabajo.

—¿Trabajo?¿Y la universidad?

—Ni si quiera se que es lo que estudiaba

—¿Me estás hablando enserio?

—No tendría por qué mentirte.— dijo Angie y el puso sus manos sobre su cara, tratando de asimilar todo.

— Tienes que hablar con mis padres, ellos creen que estás molesta con ellos.

—No puedo hacerlo, ni siquiera los conozco.

— Ese es el punto, tal vez no los recuerdas por que no los has visto, esta noche me reuniré con ellos en el hotel Palace, vamos a cenar como la hermosa familia que somos, así que no se te ocurra faltar, llega a las 9 de la noche.

Después de un par de horas el chico se fue, el destino seguía jugando en nuestra contra, es demasiada casualidad que su supuesto hermano estuviera aquí y que Justo sus padres estén volviendo, se suponía que este viaje era para olvidarnos de todos los problemas que estábamos pasando.

—¿Que vas a hacer?— tome su mano

—No lo se —dio un gran suspiro—creo que él tiene razón... ellos son la familia de Angie, no puedo hacer como si no existieran

—¿Entonces vamos a la cena?—ella sintió y yo pedí la cuenta para irnos del lugar.

—Nicolás, hay algo de lo que tengo que hablarte.

El último besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora