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El equipo Sonic volvía de una misión, al parecer Shadow, Rouge y Omega tramaban algo y querían asegurarse de que nada pudiera concretarse.
Estaban agotados ya que todo había sido en vano, pues los tres sujetos no estaban planeando nada en realidad.

Mientras Tails tomaba asiento en uno de los sofás de la habitación, dispuesto a descansar su cuerpo, un recuerdo de esa misión comenzó a repetirse constantemente, no dejaba de recordar como esos ojos de rubí y esa sonrisa que prácticamente nunca veía, se hacían presentes cada que lo miraba a él.

¿Shadow sonriendo? Extraño.
¿Shadow sonriendole a él? Todavía más extraño.
Y entonces, ¿porque lo había hecho? No existía motivo alguno, eran enemigos que muy pocas veces se habían dirigido la palabra y que probablemente solo lo recordaba como "el zorro pequeño y tonto".

Una vez acostado comenzó a dar vueltas para hallar un lugar donde sentirse cómodo, pero con esos pensamientos parecía imposible.

—¿Todo bien amigo? —Decía Sonic mientras pasaba por ahí.

—Ah por supuesto, solo que creo que el sofá se a vuelto más duro de un día a otro jaja.

El de azul recargó su mano contra uno de los espacios libres y se mostró confundido.

—Hmm no amiguito, parece todo en orden, igual de cómodo y suave qué siempre.

Congelado y sin saber que otra excusa inventarse, el zorro solo se limitó a decir:

—Ahh entonces debe ser mi imaginación jeje, buenas noches —y se volteo hacia los cojines para ocultar su rostro, esperando a que su mejor amigo dejara de tomarle importacia.

Pero aun así continuó divagando, tratando de buscar una respuesta lógica a las escenas que su mente no dejaba de repetir.

"¿Podría ser que le agrado? Pero ni siquiera me conoce, solo sabe que soy amigo de su rival y es todo, no creo agradarle". Se dijo a si mismo dentro de su mente.

Debido al cansancio sus ojos se fueron cerrando lentamente y cayó profundamente dormido, pero ni siquiera ahí su mente dejó de molestarlo.

Soñaba qué iba caminando por un enorme campo con algunas hectáreas de cosechas, un paisaje hermoso y un clima estupendo lo hacían todavía mejor, era un momento para guardar toda la vida.
Una extraña sensación lo hacían desear subir una colina cercana, le era imposible ver su punta debido a los cálidos y brillantes rayos de sol así que quería investigar a fondo, pero al llegar a la cima, lo encontró ahí.

Sosteniendo una rosa con los pétalos más grandes y rojos que podía imaginar, con los ojos entrecerrados pero brillantes y coquetos, con una sonrisa de satisfacción, como si hubiera estado esperando desde siempre su llegada; Ese erizo negro con mechones rojos, aquel que solía verlo tan imponente y malvado ahora se veía como un ser bondadoso y amable.

El zorro del sueño se emocionó mucho al ver que el erizo le entregaba la rosa más hermosa que haya visto, estaba a punto de abalanzarse hacia él para abrazarlo y darle las gracias, pero tuvo la desgracia de despertar por un sonido del exterior.

—Muy bien Knuckles, solo falta remover tres rocas más —era la voz de su amigo en el exterior, el ruido había sido el estruendo de una roca siendo destruida.

Pero su rostro ahora estaba enrojecido y sus manos temblaban con nervios, ¿qué rayos había soñado?
Estaba casi seguro de que solo era una mala broma de su cerebro, dándole indirectas de que ya debía tener un amorío sin importar quien fuera y por fin darse un descanso de tantos inventos.

Quería seguir pensando con lógica, así que trató de olvidar todo eso y talló su mejillas para que ese color rojo desapareciera.
Aun así, una extraña pero cómoda presión en su pecho no desapareció.

Hasta la raíz [Shadails]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora