Sus párpados totalmente pesados se empezaban a abrir cada vez mas, con una lentitud increíble, con un sobreesfuerzo humano levanto su brazo y dirigió su mano a su rostro específicamente al par de ojos cian frotándolos constantemente para despertarse. Y de nuevo estuvo allí el sonido de toqueteo en su ventana, se quito la sabana azul claro de encima por el calor que sentía ahora y se sentó tratando de estabilizar su mente por completo
— ¿Quién es a esta hora? – pensó Chifuyu, apostando que era pasada de las dos de la mañana
Con una pereza bochornosa aparto la cortina blanca poco a poco de su lugar dando paso a la vista a su ventana, con su visión medio borrosa trato de enfocarla e igual acostumbrará a la oscuridad
— ¿Baji-san? – comento en un murmuró inaudible de ver al pelinegro fuera de su ventana mirándole fijamente, un escalofríos atravesó su columna, se apresuró a abrir la ventana sin mucho cuidado ya que su madre no se encontraba allí, estaba en turno nocturno en el hospital asi que no había riesgo de despertarla o algo parecido – Baji-san ¿Qué haces ahí? Son pasadas de las dos, creo...
— Chifuyu – Baji se abrió un paso en la ventana para entrar y sentarse frente al rubio que lo miraba expectante – perdón
— ¿Perdón? ¿Porque? – le cuestiono confundido Chifuyu, que recuerde, Baji no le había echo nada
— Por lo de esta mañana – aclaro con un poco de obviedad en su tono de voz, sin ser altanero
— ¿Qué paso estaba mañana? – realmente se sentía muy cansado para hacer memoria de lo que paso en el transcurso del día, tuvo un examen de calculo, presentar una exposición de historia y claramente llegar a su casa a hacer las tareas de día de mañana, que prácticamente era hoy
— Lo del auto del profesor de historia – Y ahí fue cuando un interruptor se conectó
— Oh, no pasa nada Baji-san. Ya se me paso la cólera – le regaló un sonrisa pequeña, recapitulando a su mañana en la exposición que tuvo y presento de historia el profesor le puso un 3.5 apenas y paso, al rubio le pareció injusto pero no le reclamó nada al profesor, sus quejas se las día a su buen y mejor amigo, Baji, le conto todo, como se sentía y porque le parecía tan injusto y etc. En si para no alargar la historia en resumen; Baji incendio el auto del profesor, justo frente a sus narices – aunque estuvo mal y no debes volver hacerlo, no estoy enojado
Escucho el suspiro de alivio del greñudo y puso su mano en el pecho – que bien, no podía dormir sabiendo que quizás no me volverías siquiera a dirigir la mirada en dos semanas
Keisuke sabe que cuando el rubio actúa con la ley del hielo, literalmente se vuelve un cubo de hielo cerca de el que ni siquiera le respirara en frente
— Aun asi Baji-san no puedes volver a hacer eso, no esta bien. Ese era un problema mío, te lo conté porque confío en ti y quería desahogarme ¿Qué puedo hacer yo para que no vuelvas a meterte en problemas? – Y esa fue la pregunta del millón
Sintió la mirada penetrante de su amigo volviéndose mas profunda, sabia que lo estaba analizando a el y sus palabras
— ¿Esta tu mamá? – esa pregunta lo saco de sitio ya que no venia con la conversación
— ¿No... Tomo el turno de noche y no volver hasta mañana ¿Por qué la pregunta tan dé repente? –
— ¿Estas... Dispuesto a hacer cualquier cosa para que yo no me meta en problemas? – ignoro su pregunta olímpicamente y continuó su conversación super normal de la nada
— Mmm... ¿Si? – opto por olvidarse de lo anterior y sintonizar en el mismo tema que Baji
— ¿Cualquier cosa? – volvió a preguntar, quería asegurarse
