único

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Las hojas caían de los árboles, cubriendo el suelo con el marrón característico del otoño y la vegetación seca de la estación. Jungkook caminaba por el patio escolar con dirección a su nuevo salón de clases, era la primera vez que pisaba la institución desde que empezó el ciclo escolar unas semanas atrás, pues había presentado un pequeño resfriado y su madre prefirió que reposara en casa.

Se sentía nervioso, aunque sabía que sus amigos lo recibirían con calidez, no podía evitar la molesta sensación de su estómago revuelto y manos sudorosas. Ese era su último año de secundaria y aún no tenía ni idea de qué haría después, eso lo asustaba demasiado, pero prefería bromear y fingir que esos pensamientos no lo mantenían despierto hasta muy tarde todas las noches. Estaba tan sumido en sus divagaciones que no notó cuando dos figuras, una de su misma estatura y otra más pequeña, se pararon frente a él.

- ¡Bobo! - reconoció esa voz y solo entonces salió de su mente para poner atención a su alrededor.

- Buenos días para ti también, Jimin - saludó sarcástico, sin embargo, la sonrisa que posteriormente apareció en sus labios era totalmente sincera.

- Te extrañamos mucho - se quejó el rubio de baja estatura - ¿estás mejor?

- Me siento mucho mejor - respondió, sintiendo una cómoda calidez al saberse importante para esos dos jóvenes.

- En ese caso, vamos al salón que casi empieza la clase - intervino una voz más grave, Taehyung.

Entonces los tres amigos caminaron al aula de clases entre charlas, bromas y risas escandalosas que provocaban que algunas personas los miraran. Una vez estuvieron dentro, tomaron asiento no sin antes pelear por los pupitres del fondo, con otros chicos también interesados, pero estos simplemente se rindieron y le dieron la victoria al trío.

- Buenos días jóvenes - saludó el profesor entrando por la puerta - Ya tengo las listas de apadrinamiento.

Con esa simple oración desapareció el bullicio que llenaba el espacio y el hombre ganó la atención de casi treinta adolescentes, los cuales estaban listos para abalanzarse sobre él para leer los documentos, antes de que eso sucediera continuó hablando: - Primero pegaré las listas en el pizarrón y pasarán a leerlas por orden de lista - seguido de sus palabras escuchó quejas que ignoró.

Después de colocar las listas en el pizarrón, los alumnos se levantaron de su lugar para pasar al frente y buscar su nombre. Jungkook esperaba pacientemente su turno, no tenía mucho interés en la tradición de su colegio, a pesar de eso, tampoco se mostraba antipático ante la idea de conocer a alguien más.

La tradición trataba de que cada año escolar los alumnos de último año "adoptaban" a un alumno de penúltimo grado para aconsejarlos sobre su futuro o apoyarlos con materias que ellos rindieron anteriormente. Al pelinegro le parecía cómico tener que dar consejos a otra persona sobre cómo decidir su futuro cuando ni él mismo sabía qué hacer con el suyo.

De nuevo se perdió en sus divagaciones hasta que uno de sus amigos le informó que era su turno, por lo cual se levantó y caminó a la pizarra, al encontrar su nombre este era acompañado por "Min Yoongi" al lado, así que supuso que era el nombre del chico al que "adoptaría". Cuando todos pasaron, el profesor dio inicio a la clase y los alumnos no tuvieron más opción que prestar atención a las operaciones matemáticas que escribía.

Dos horas de matemáticas y una hora de literatura después, llegó el tan anhelado receso. Todos salieron apresurados, pues la mayoría tenía el objetivo de encontrar a la persona con la cual se mantendrían en contacto el resto del año escolar.

- Los dejo, debo buscar a Min Yoongi - informó el pelinegro, sus amigos se ahogaron al escuchar el nombre - ¿Qué sucede?

- ¿Hablas en serio? - preguntó un incrédulo rubio - ¿Min Yoongi?

heart attack ; kookgiWhere stories live. Discover now