Capítulo Único

134 13 3
                                    

Seguimos en julio, así ¡Feliz cumple Koji!

Justo hoy se cumple un mes desde que yo también partí de casa buscando nuevas oportunidades en un país diferente, así como lo hizo Kojiro en su momento cuando saltó a Italia. Quise un poco desahogar mi propio sentir con respecto al extrañar a casa, pero claro, yo no tengo a un Kaoru jajaja ¡Suertudo Kojiro!

En fin, ¡Disfruten!

.

.

A sus dieciocho Kojiro dejó su hogar y partió a Italia persiguiendo su gran sueño de convertirse en un experto culinario.

Desde jovencito Kojiro desarrolló mucho gusto por cocinar, en especial el poder hacer feliz a la gente que quiere con sus platillos, y la idea de ser un chef a futuro lo persuadió tanto que lo envió directamente a la mismísima Italia luego de la escuela secundaria. Él mismo se encargó de elegir una escuela, conseguir el dinero y todo el papeleo que acarreaba este largo viaje de estudios. Su familia, aunque bastante sorprendida por su valiente decisión, no dejó de apoyarlo y animarlo a que siguiera sus sueños.

Kojiro estaba más que contento, en los días previos al viaje no dejaba de fantasear con todo lo que se encontraría y experimentaría, y hasta en su despedida solo mostró grandes sonrisas y ojitos brillosos de ilusión mientras sus familiares lloraban a su alrededor.

El viaje fue agotador, pero valió la pena cuando cruzó las puertas del aeropuerto y el sol brillante de su Italia soñada lo recibió, ¡Finalmente la aventura había comenzado!

Kojiro llegó pronto y se mantuvo ocupado en más papeleo para la escuela y su residencia, aprovechando las diligencias para conocer un poco sus alrededores. Estaba más que encantado, ilusionado como un niño de comenzar esta nueva vida, y no podía esperar por lo que se avecinaba...

Sin embargo, los días fueron pasando e inevitablemente llegó la nostalgia para perturbar su ilusión.

Kojiro había sido un chico de su casa desde siempre, quedándose afuera solo por unos días, pero nunca en un viaje tan lejano. Rodeado por su gran amorosa familia y sus amigos con quienes se divertía en grande, en especial con ese de cabello rosado que sabía que luchó para no llorar frente a él durante su partida... Del que más le dolía haberse separado.

La nostalgia poco a poco fue golpeándolo más fuerte y muchas noches simplemente no podía dormir al extrañar tanto a su gente y a su hogar. Italia era más que increíble, pero sin los suyos cerca sentía que tal vez no podría con nada... ¿Y si se equivocó? ¿Y sí todo eso no era realmente para él y se precipitó por un impulso adolescente? Las inseguridades llegaron y Kojiro nunca antes se había sentido tan abrumado.

Para su fortuna, desde el jardín de infantes Kojiro había tenido al mejor de los confidentes que, por supuesto, fue al único que pudo confiarle parte de su sentir. Kojiro no quería comentarle nada a sus padres, hacerles ver que no se sentía bien con el impulso que él mismo tomó y mucho menos generarles preocupación, pero siempre podía contar con su sincero e inseparable mejor amigo...

"Está bien sentirse así, Kojiro. Llevas poco tiempo de haber llegado y una vez que estés de lleno en tus clases, que vayas haciendo de esta tu vida, todo estará más que bien"

Y Kojiro nunca había escuchado algo tan sabio. Bueno, Kaoru era bastante listo, aunque a veces impulsivo y casi siempre acertivo, y Kojiro recibió todo el consuelo y el apoyo que tanto necesitaba. Eran las dos de la mañana, estaba hecho bola en su cama nueva que no se comparaba a la que había dejado en Japón, pero el Kojiro entusiasmado por su gran sueño renacía en todo su ser.

Lejos de casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora