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Los héroes llegaron al pueblo de Karmaland después de una batalla en el cielo.

Empezaron a dividirse para pasar la primera noche, algunos en parejas y otro por su propia cuenta.

Luzu no tardo en adoptar al que más perdido iba que si bien recordaba en el cielo había dicho su nombre.

-¡Quackity!- se acercó al nombrado y este con una sonrisa lo recibió a su lado.

-¡Hola lusuuu!- pronunció con la misma hiperactividad que lo caracterizaba, incluso sin pena abrazo al de sudadera negra.

-Estaba pensando en que tú y yo podríamos pasar la noche hasta tener una casa, ayudarnos y cosas así- Se separó del abrazo dispuesto a cortar madera en lo que el otro pensaba su respuesta.

-Uhm pues si lusu sería muy buena idea, eres muy inteligente lusuuu- sonrió debajo de su máscara.

-Gracias Quacks- se sonrojo levemente por el cumplido -tu quédate conmigo, confía solo en mí- desde ahí supo que su lugar era estar junto al menor.

-Ayy lusu que cosas dices, pero está bien yo confío en ti- sin preocupación guardo como recuerdo el "no confiar en nadie"

El dúo paso la tarde cortando madera, picando un poco de todo, cazando animales y construyendo una muy improvisada casa para pasar la noche.

Para todo eso el menor ya había sido atacado por víboras, zombies y algo que no estaba seguro de que era.

Luzu siempre estuvo tras de el evitando que el de mascara terminará mal herido o sin vida.
No iba a ser una tarea fácil pero por Quackity sería incluso un guardaespaldas las 24 horas.

[•••]

La "casa" estaba construida con madera, piedra y tierra, suficiente para pasar una buena noche sin preocupaciones.

Colocó por último una puerta para ingresar y acomodar los sacos de dormir, uno junto al otro para no pasar frío.

Luzu llamó a Quackity quien estaba afuera jugando con sus "hijos", dos patos llamados Tenta Culos y Calamardo sumando al elfo llamado Anselmo.

El de gorro entro cargando a Tenta Culos  con Anselmo y calamardo detrás, eran muy obedientes y eso lo agradecía, los patos se durmieron arriba de un cofre y Anselmo sobre ellos.

"Ojalá no estén incómodos..."

Luzu desvió sus pensamientos de sus "hijos" para notar como el híbrido de pato se desvestia frente a el con todo la confianza del mundo, empezó a ver a diferentes puntos de la casa intentando que su vista no fuera directo a unas extrañas cicatrices que habitaban en la acanelada espalda de su compañero.

—¡A mimir lusuu!— comento con el mismo entusiasmo de siempre, completamente cómodo se tumbó sobre el saco y cayó rápidamente en los brazos de morfeo.

El dueño de la casa aún asimilaba lo que acababa de pasar en tan solo segundos, no quiso darle más vueltas al asunto por lo que terminó copiando la acción de su compañero y prefirió dormir.

¡BOOM!         ~Luckity~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora