Comenzamos

5 0 0
                                    


Un día desperté y no había nada. 

Corregiré eso. Tenía todo, mi habitación seguía ahí, mi cama, mis cosas, mis padres, el gato, mi almohada (que es más protagonista que yo) y sí, también estaba mi dolor, mis ojos rojos, habían siete millones de dolorosos, puntiagudos y sangrantes pedazos de corazón clavados en partes estratégicas de mi cuerpo; estaba pensando demasiado, le había dado tantas vueltas, estaba cansada, agotada, sin aliento y recién había despertado, había abierto, a penas, los ojos. Había pasado de la negación a la negociación, una y otra vez y no llegaba la aceptación. Era Setiembre. 

Pero en mi celular no había nada esa mañana. "Hola, buenos días, un beso".

¿Ni si quiera un mensaje de consuelo, de compasión? Solo terminas todo y ya. Despiadado. 

Es lo que sentí, no son mentiras ni exageraciones. Yo flotaba entre la gente, no sonreía porque no tenía ni las mínimas ganas de hacer el esfuerzo de la sonrisa complaciente. No soy la única que se ha sentido así,  "sé lo que se siente".

Pero también sé que un día ya no se siente así.

Claro que tuve que deshacerme de todo -esto es lo más saludable- todo lo que me trajera el más pequeñito recuerdo. Se fueron las fotos, impresas y digitales, las etiquetas en CADA RED SOCIAL, el contacto en el teléfono, el contacto de  toda su familia extensa, de los amigos en común porque luego terminas enterándote de algo.

Estuve sentada en el piso de mi habitación, respiré hondo y traté de no llorar (algo inútil), vacié cada cajón, cada caja pequeña con pequeñísimos recuerdos, saqué muñecos... fue doloroso dejar ir al mono azul, con esos grandes y brillantes ojos de plástico. También tenía algo de su ropa, algo siempre se queda por ahí. 

Los peluches no son lo mío pero ahí estaba. Me di cuenta de cuántas cosas acepté, cosas que parecían no tener importancia pero realmente, no me gustaban. Lo siento mono pero si hoy te viera en una tienda no lo pensaría dos veces y pasaría de largo.

Con los cajones vacíos, las bolsas de basura y de donación llenas, con las redes sociales modificadas y contactos borrados y/o bloqueados a altas horas de la madrugada con los ojos hinchados, un profundo suspiro (el último que ataba su corazón al mío), cero esperanzas, y una certeza sola, que había dejado ir a una persona que yo no conocía más.

También me di cuenta que cada canción tenía una historia, otras tenían un recuerdo... ¡oh por Dios esto no iba a acabar nunca!

Me lancé a mi cama, sin bañarme, un día más... pasé muchos días así. Estaba deprimida, me acepto, no me juzgo. 

Cuando desperté y me vi al espejo... mi cabello se veía miserable, no triste, MI-SE-RA-BLE. Seco, dañado, despeinado, partido. Era la extensión evidente de todo esto, de haberse dejado arruinar. 

Reaccioné.

"¿Qué ha pasado? ¿cómo llegamos a esto? Mi hermoso cabello..." Era hora de cambiar esa situación. Evidentemente me bañé pero no me fui a un salón a hacerme un cambio de look nada de eso, ahorro es progreso.

Con eso no llegó el cambio de 360 grados y la alegría del espíritu y tampoco se me cambió la vida y me volví un caso de éxito ni todo se lleno de dinero, de colores. No. Las cosas no pasan como en las películas. Aun apenas me alcanzaba la voluntad de respirar para dar uno que otro paso por mi casa, y reunir el aire suficiente para contestarle a quien me preguntase "si, todo bien". 

Eso sería otro día (al cabo de un año más o menos) cuando despertase y quizás, finalmente, todo ese humo tóxico de mis pensamientos se habría despejado y escuché algo antes de despertar "¿qué estaría haciendo si esto no hubiera pasado? Estaría viajando".

Había despertado con esa atemorizante revelación, ¡habían pasado tanto tiempo! quiero creer que había algo dentro de mí que encontró la luz al final del camino y gritó fuertemente tratando de regresarme desesperadamente a ese último momento, ese donde yo sabía muy bien lo que quería, y ese algo me soltaba este mensaje casi profético "estaría viajando".

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 25, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Al final, no había nada.Where stories live. Discover now