En una noche donde las estrellas eran reflectores y la luna mi mejor amiga, yo iba con una misión a una pista de baile. Resulta ser que cuando cumples 15 años la mayoría de tus amigas celebran sus 15 con tremendo show, para muchos una pérdida de dinero, para mi es la primera oportunidad que tengo para volar contigo. Esperando mi oportunidad recordé a mi padre decir que bailar con la chica que te gusta era como volar, nada más existe alrededor tuyo, solo tú y ella. ¿Tendrá razón? Tú en la pista, las estrellas nuestros reflectores y la luna mi mejor amiga, me motivaron a levantarme de mi silla para completar mi misión. Sentí que hice la caminata mas larga de mi vida, el corazón más emocionado que nunca, mis pies cobardes se enfocaron en ser los más lentos, los zapatos eran pesas, la ropa me quedaba mal, mi aliento apestaba, sentía que me salían barros en la cara, todo el mundo me miraba raro, absolutamente todo conspiraba en contra mía desde el momento que me levanté de mi silla. Parece ser que requiere de mucho esfuerzo pues mi mente está en blanco, pero supuse que algo así iba a pasar, así que antes de llegar hasta este punto escribí en mi mano lo único que debía decirte: ¿quieres bailar conmigo? Y ahí estaba yo, de frente tuyo, con la palma de mi mano al nivel de tus ojos enseñando el mensaje que escribí pues mi boca se ha borrado de aquí. De milagro la vista me funciona pues mis oídos no captaron ninguna palabra de lo que dijiste, pero pude ver que me dabas tu mano y de momento todos mis sentidos están bajo mi control. No tengo ni idea que canción hay de fondo, a todo esto, nunca he bailado en mi vida, pero lo que paso después quedara grabado en mi memoria para toda la vida. En ese momento que estábamos bailando al ritmo de la música, si volteaba a ver que tenía a mi izquierda o derecha podía ver el más mínimo detalle del salón, si me concentraba más hasta podía leer los labios de las demás personas. Si volteaba a ver el techo podía ver cada uno de los reflectores, sus luces, sus colores, descifre el patrón que seguía cada uno. Mis oídos captaban cada nota de la canción que bailábamos, escuchaba los mayores, los menores, las quintas y séptimas. Y todo esto es posible porque de pronto mi mente está al 100%.Si me preguntaban ayer de que color era tu vestido diría que es azul pero ahora sé que existe el azul índigo. Puedo pensar en mil cumplidos que podría decirte, y el mismo tiempo admirar cada detalla que encuentro en ti. Me convertí en un admirador del arte, puedo ir al museo más grande del mundo y hacer una crítica constructiva de cada pintura que vea porque ahora soy un especialista. Si hoy soy juez en un certamen de belleza me retiro, ya lo habría visto todo. De pronto mis pies saben bailar de toda la vida, mis manos sentían que tocaban el cristal más fino, y mis ojos comenzaron a grabar cada mínimo detalle del momento más valiente de mi vida. Estaba feliz, estaba...volando.
