Introducción

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Ir por un vaso de agua a la cocina nunca le había parecido una odisea tan agobiante

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Ir por un vaso de agua a la cocina nunca le había parecido una odisea tan agobiante. Quizá, todo habría tomado otro rumbo si su presencia hubiera pasado desapercibida para sus compañeras.

Iida, como el benevolente presidente de la clase, había autorizado la pijamada que las chicas habían organizado en la sala común de los dormitorios; y con la misión de salvaguardar y respetar la privacidad de sus compañeras, había ordenado que ninguno de los chicos se asomara a partir de las 10 en punto, y junto a Sero, se encargó de encerrar a Mineta en su habitación.

Pero con lo que no contó el respetable presidente, fue con un atroz ataque de tos que apareció a medianoche dispuesto a arruinar su sueño reparador, y para su mala suerte, las bebidas que mantenía en su habitación ya se habían agotado.

Con la garganta seca y la horrible incomodidad bajando por su pecho, bajó con sigilo hasta el comedor, esperando no interrumpir a sus amigas.

La misión fue un total fracaso.

Una vez que puso un pie en el área común, se vio arrastrado en contra de su voluntad por un remolino rosa.

—¡Yo creo que el único que puede responder una pregunta tan seria es Iida-kun!— gritó Mina sin consideración alguna a los que ya dormían.

De lo que pasó después no está seguro, solo sabe que terminó con adornos en el cabello y una mascarilla de aguacate en el rostro.

No iba a negarlo, era relajante y su piel se sentía suavecita. Pero ese no era el punto.

Las chicas mantenían un debate acalorado acerca de quién sabe qué cosa sobre una revista para adolescentes.

Los irises borgoña del presidente iban de una lado a otro viendo como el pobre documento era arrebatado de entre las manos de sus compañeras. Estuvo a punto de preguntar para qué era necesaria su presencia cuando Uraraka saltó sobre él, señalando histéricamente un artículo de la revista.

—¡¿Crees que esto sea cierto Iida-kun?!— preguntó curiosa mientras las demás hacían silencio y esperaban atentas por su respuesta.

Ceremonialmente acomodó sus gafas y se dedicó a leer el título del apartado.

<EL AMOR VERDADERO: SI ES TU ALMA GEMELA, VERÁS ESTOS 8 SIGNOS>

Frunció el ceño.

¿Qué clase de cursilería era esa?

No necesitó más que dar un rápido vistazo a los enunciados para saber que no eran más que palabrerías inventadas para engañar a las jóvenes mentes.

—Creo que son un montón de tonterías— respondió seriamente. El jadeo indignado de las féminas se dejó escuchar al unísono. Iida levantó su vista del papel solo para toparse con la mirada incrédula de sus compañeras. Le observaban como si acabase de decir que la Tierra era plana o algo por el estilo.

—¡No insultes así la revista!— se quejó Hagakure arrebatándole el cúmulo de hojas de las manos.

—¡¿Cómo puedes decir algo tan cruel?!— lloriqueó Mina a su lado.

—Para empezar, Ashido-kun— comenzó con su habitual tono intelectual. —Esta revista, no parece ser una fuente confiable, pues seguramente, está basada en el primer artículo cualquiera que aparecería en una rápida búsqueda en internet— Iida acomodó sus gafas de nuevo, brillando con sabiduría y cargada de conocimiento. —Y como segundo punto, fue Platón quién en su Simposio, escribió que los humanos alguna vez tuvieron cuatro brazos, cuatro piernas y dos caras, y que fue Zeus quién los partió por la mitad como castigo por su orgullo, condenándolos a vagar por la Tierra en busca de su otra mitad. No creo que sea confiable creer en algo que no es más que un mito creado por una de las mentes más importantes para una ciencia inexacta, que buscaba darle una razón de existencia a la vida hace más de dos mil años.

El silencio permaneció en la habitación por un par de segundos antes de que todas lo vieran casi con desprecio y desaprobación, y que pronto expresaron con frases nada agradables.

—Es una pena que pienses así, Iida-san— se lamentó la pelinegra, como si se tratase de una tragedia.

—¡¿Ya-yaoyorozu-kun?!— le sorprendió que incluso su intelectual compañera se pusiera del lado del resto.

Y así, el pobre presidente de la clase fue expulsado de la pijamada de sus compañeras, con esa estúpida revista en mano y con la garganta aun seca.

Quién diría que así comenzaría la mayor crisis existencial en la corta vida de Iida Tenya, un escéptico de la leyenda de las almas gemelas.

Fic de apreciación para Iida como la tercera rueda alentadora del izushou por que es su cumpleaños y la amistad de estos tres está infravalorada uwu

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Fic de apreciación para Iida como la tercera rueda alentadora del izushou por que es su cumpleaños y la amistad de estos tres está infravalorada uwu

Les prometo que será cortito, 10 capítulos de no mas de 700 palabras aprox. Uwu

Espero les guste :3

Bye 👓

&quot;Almas gemelas&quot; por Iida Tenya {TodoIzu}Where stories live. Discover now