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Puedo decir que la historia comenzó en Mayo de 2021, pero sería injusto para una de las personas más importantes de mi vida. Así que iremos más atrás en el tiempo, 10 años, para ser exactos.
Era un 11 de Agosto cuando él llega a la cocina del campamento sintiéndose enfermo, mientras yo lavaba los platos.
Mi gran amigo se recostó en un asiento y yo seguí en mi tarea.
A mis 25 años estoy absolutamente segura de que no sé nada de la vida, así que a los 15 era más estúpida todavía. Ignoraba muchas cosas y no sabía muchas más aún, pero hay algo de lo que si estoy segura hasta el día de hoy. Ese fue el día en que me enamoré por primera vez. Fue tan fácil como alzar la mirada y verlo con el brazo sobre la cabeza tan tranquilo durmiendo. Nunca había visto o sentido algo igual. Un impulso de protección instantáneo, unas ganas inmensas de recostar la cabeza en su pecho y quedarme para siempre ahí. Mi corazón supo en ese preciso instante que ya no era mío. Mi mente se encargó de negarlo, pero ya era tarde. Las ganas de verlo, la certeza de que sus ojos cafés era todo lo que necesitaba para arreglar mi día, su voz me producía ganas de todo lo que nos han dicho a las "señoritas" que es inapropiado, todo eso ya estaba ahí y yo no podía hacer nada al respecto.

Diario de una chica triste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora