Flores | Trollius

Anthurium

No sabía como caminar por la fina capa de hielo sin romperlo y hundirme en mi miseria, pero tú me mostraste el camino correcto y salimos de ahí con un paso seguro y uno que otro salto de fé.

No podría contaros sobre mi vida sin aburrirlos y aburrirme a mi en el proceso.

Hace un tiempo me retire del camino de ser youtuber llevando un gran impacto en muchos, incluyendo a mis amigos. Exacto, ni ellos estaban enterados de mi repentina decisión, fue tan repentina que aún me causaba un leve asombro a mi mismo, pero ya estaba hecho y ahora solo descansaba en mi habitación más de lo normal, dando pequeños paseos unas veces a la semana para que no me crecieran raíces que me aferren en mi cama.

Mis amigos se acercaron con las mismas preguntas y asegurándome que tendría el apoyo de ellos en está situación que estaba pasando, pero ¿cuál era esa situación? me sentía normal, sin ánimos de mucho como de costumbre, pero ellos aún iban a creer que tengo problemas.

- Hey.

Rius entro en mi habitación, arruinando mi narración de por medio y captando mi atención.

- Trollino. - Él volvió a hablar, pronunciando mi nombre en un pequeño movimiento de labios y bajando la mirada ante mi mirada neutral.

- ¿Qué necesitás, Rius?

- Solo quería pasar por aquí y entregarte algo. - Él me miró, con su sonrisa infantil y esa energía que solía poseer siempre.

- Puedes sentarte aquí entonces.

Le di suaves palmadas a mi cama, indicándole el unico lugar en el que podría sentarse con comodidad. En este punto yo también estába sentado en mi cama, para poder hablar cómodamente si es a lo que se refería con "pasar por aquí" estaba casi seguro de que vendría a dar sus frases de apoyo tal cual lo habían hecho los demás, despues de todo el era el único en la lista que no lo habia hecho aún.

Rius me mostró raramente su índice, para luego darse marcha atrás y salir de mi habitación con rapidez, entendí poco despues que solo me estaba pidiendo un momento. Vi la puerta fijamente esperando su regreso con seguramente aquello que tenía planeado entregarme.

Entre sus pálidas manos estába una maceta, en la maceta estaba una rara flor que creó no haber visto antes, él se acerco a mi aún con su sonrisa y dejo la maceta en el suelo justo delante de mi, tomó asiento a mi lado y me miro entusiasmado, probablemente esperándo una gran respuesta llena de alegría y agradecimiento.

No obtendría esa respuesta.

- ¿Qué es eso?

- Una flor.

Lo dijo tan convencido como si no fuera obvio lo que teníamos al frente, tal vez mi pregunta fue tonta pero su respuesta me superaba.

- Lo sé, Rius. Me refiero a el por qué está aquí.

- Es tu regalo, creí que te vendría bien tener algo de que cuidar ahora que la pasas aquí todo el dia.

Probablemente estuve una medía hora entera hablando con Rius sobre la flor, realmente no queria cuidarla, no tenía un gran motivo para hacerlo y tampoco se veía tan linda como cualquiera otra. Otros diez minutos se fueron hablando de cosas triviales, para finalmente Rius se fuera.

- Trollino, por favor cuidala. -Su tono suplicó levemente, asomado en la puerta con una mirada agotada pues despues de todo era muy tarde, la noche habia caído hace mucho antes de que Rius llegará con su sorpresita.

Guarde silencio por un inquietante y largo tiempo, pero antes de volverlo incómodo solo asentí y Rius pudo ir a descansar en paz.

Miré la flor y el pequeño folleto de cómo cuidarla, me lo había dado Rius en algún punto de nuestra conversación, para asegurarse que la mantendría viva.

¿Donde colocar la Anthurium?

Si las cultivas en el jardín procura hacerlo debajo de un árbol o en algún lugar bien iluminado pero que provea mayormente sombra. Si las colocas en una maceta o tiesto dentro de la casa, búscales un lugar cerca de una ventana donde entre buena luz pero nunca los rayos directos del sol.

Entonces le di un lugar en mi ventana, siguiendo las indicaciones del folleto, mañana la acomodaría bien cuando saliese el sol.

Mis párpados se sintieron pesados, tan pronto me sentí cómodo en mi cama entre al sueño profundo, normalmente el exceso de café hace que esta clase de cosas me tomaran tiempo, pero lo había dejado hace un tiempo, no en su totalidad, pero no era como antes, por lo que ahora dormía más de lo que estaba acostumbrado.

Estaba recuperando todas mis horas de sueño perdidas a lo largo de mi vida, con estas siestas largas hasta las 9:00 de la mañana, los descansos en la tarde de 4:00 a 5:30 y finalmente durmiendo a las 9:00 p.m.

Otra vez habia vuelto a ponerle horarios a todo, era tan detestable esa costumbre mía.