¿𝗧𝗮𝘀 𝗕𝗶𝗲𝗻? | 𝖮𝗇𝖾 𝖲𝗁𝗈𝗍 𝖱𝗎𝖻𝖾𝗀𝖾𝗍𝗍𝖺 🔞

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Prende tu mic
Eres un manco como Yair17

-¿Y? ¿Te gusta?- Pregunto con un tono un poco más grave de lo normal haciendo que el cuerpo del híbrido de oso temblará.

-Hombre, si parece una sex dangeon- respondió con una risita. El pelinegro rio un poco ante su comentario.

-¿De verdad?- pregunto comenzando a acercarse al híbrido el cual miraba la gran cama del chico de ojos violetas.

-Si, por supuesto Vege-Comenzó a reír de manera suave.

-Ven...- Tomo la mano del rubio comenzando a guiarlo hasta una ventana. Una parte de la casa que no había visto era aquel jacuzzi que daba una vista hermosa hacia fuera, a los árboles que había plantado días atrás.

-Ay... Vege me quito el sombrero- comenzó a quitar aquella gorra de policía que cubría gran parte de su cabello rubio.

Mientras que el chico oso se quitaba aquel atuendo de policía, el pelinegro se acomodaba dentro de aquel jacuzzi.

El rubio termino por quitarse aquellos pantalones quedando solamente en ropa interior, dejando a la vista la gran parte de su cuerpo para el amante de morado.

-El otro día no te dije que te veías especialmente...sexy con el traje de policía Rub- Susurro acercándose al cuerpo del rubio el cual tenía sus mejillas con un ligero tono carmesí.

-A-ay Vege...- Comenzó a reír con nerviosismo cerrando sus ojos. Pero estos fueron abiertos de golpe ya que sintió una de las manos del contrario rodear su cintura apegando su cuerpo con el contrario.

Sus cuerpos estaban demasiado juntos, el rubio había quedado sin palabras, no sabía que decir ni como actuar.

Sus miradas chocaron, aquel tono morado y el tono verde se encontraron haciendo un lindo contacto visual.
Sus rostros se fueron acercando, sintiendo como sus respiraciones se encontraban, haciéndose cada vez más cálida con la piel contraria.

Hasta que por fin sucedió, un beso fue depositado en los labios de ambos haciendo un contacto torpe, aunque esté se sentía un poco sofocado, poco a poco sentían como aquel beso era más húmedo. Sus respiraciones estaba comenzando a ser agitadas.
La mirada del rubio se poso en el rostro del pelinegro, mirando sus expresiones de autoridad sobre el.

Por mero impulso volvió a besar los labios del contrario, este beso era aún más húmedo que el anterior, así era sucesivamente hasta que decidieron escalar al siguiente paso.