de acuerdo... ¿que pasaria si de un día para el otro te enamoras de tu hermanastro? bueno...eso mismo le pasó Andrés más conocido por sus amigos como "Sparta".
cuando su padre decide volver a casarse con otra mujer conoce a su nuevo hermanastro de n...
Las semanas pasaron y cada día más Evelyn y Andrés se hacían más cercanos.
Evelyn salía con Andrés a las tiendas hablaba con el de cosas que le gustarán, de verdad parecían madre e hijo.
Por otro lado, Rubén intentaba acercarse a Ari pero este lo evitaba, no quería saber nada de el y le costaba acostumbrarse a su compañía.
Cada pequeña acción que hacía Rubén para acercarse a el eran inútiles.
Pero no porque Ari pudiera a Rubén, claro que no....solo que lo que hacía le recordaba a su padre, todo lo que Rubén intentaba hacer con Ari ya lo había echo con su padre y eso lo ponía más triste que de costumbre.
Cuando Ari intentaba darle una oportunidad a Rubén recuerdos de el y su padre pasaban por su mente y solo se encerraba en su cuarto y no salía está la hora de la cena.
Evelyn lo notaba y cada noche era lo mismo, cómo ahora.
Era de noche la pareja estaba en su cuarto mientras en de cabello azul estaba sentado en la orilla de la cama mientras tapaba su cara sus manos.
—timba, cielo ¿Estás bien?—preguntó la rubia puntas moradas mientras se sentaba junto a su esposo para consolarlo.
—no, lyna...no estoy bien, no importa lo que haga, raptor sigue sin tenerme confianza....—dijo con tono triste, se notaba que quería ser el mejor padre para el chico mitad reptil.
Evelyn solo soltó un suspiro pesado y melancólico para después ver a su esposo.
—tranquilo, timba tienes que entender a raptor, el....sigue sin superar la muerte de papá... Solo...dale tiempo ¿si? Verás que con eso empezará a llevarse bien contigo—dijo mientras le dedicaba una calida sonrisa de lado al peli azúl.
Aquel chico le devolvió la sonrisa a la chica mientras la abrazaba por la cintura y le depositaba un beso en la frente.
No sabía lo que era, pero la presencia de la rubia puntas moradas le transmitía paz, una paz indescriptible.
El sabía que su ahora esposa tenía la razón siempre, así que se acostaron a dormir mientras se daban un cálido abrazo.
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Narrador Andrés/Sparta:
Ya pasaron varios meses desde que llegaron mi madrastra y mi hermanastro.
Tengo que admitir que mi madrastra es muy gentil y amigable, siempre me llegaba de compras para comparar ropa o otras cosas, es muy detallista eso no se duda.
En cuanto a mi hermanastro... ¿Que puedo decir de el?... Sigue siendo raro, contando lo de la vez pasada y en estos meses me doy cuenta que tiene ropa super extraña.
