1. La era de los Místicos

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Los Grimórios son libros que en su interior contienen rituales, hechizos y métodos de posesión.

Algunos de ellos son considerados altamente peligrosos, a tal punto, que muchas culturas los prohíben por lo catastróficos que pueden llegar a ser en manos equivocadas.

Hace solo unos años se crearon tres de ellos y se les conoció como los Grimórios del pacificador

El primero se llamó "el Mentiroso" , capaz de controlar naciones y sociedades a través de persuaciones.

El segundo se llamó "el Posesivo", capaz de trabajar posesiones demoniacas y jugar con las artes oscuras y siniestras.

El tercero se llamó "el Catastrófico" , capaz de controlar la fuerza mas devastadora e impredecible, la naturaleza y sus destrucciones.

El tercero se llamó "el Catastrófico" , capaz de controlar la fuerza mas devastadora e impredecible, la naturaleza y sus destrucciones

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DONES Y MALDICIONES:

Capitulo :

LA ERA DE LOS MISTICOS

Salté de golpe desde mi cama y desperté abruptamente cuando mis pies descalzos se posaron sobre el frío y áspero suelo.

El horrible sonido de la sirena me avisó que debía estar ya de pie y vestido para poder dirigirme a la sala donde debía desayunar.

Llegué muy rápido hasta el baño sin siquiera mirar los pasillos y las puertas que se encontraban a mi alrededor.

Ya eran tan familiares y comunes para mi que no me causaban ningún asombro ver quién podia estar entre los pasillos de este enorme hospital; pues siempre era lo mismo; voces susurrando y divagando en ridículas ironías, chicas depresivas llorando en los pasillos tumbadas o gente con discapacidades mentales que daban vueltas por las habitaciones con su mirada perdida.

Si tenia suerte, quizás, solo me encontraría en la mitad de mi camino con alguna persona con problemas de ansiedad.

Al llegar al baño, me sorprendí al ver mi rostro que a pesar de ya tener casi diez y nueve años, seguía teniendo facciones que me hacian parecer de menor edad.

Creo que esa cara mentirosa, llena de inocencia, además de mis palabras y acciones asertivas, me daban una buena relación con los médicos y también con las enfermeras; además de algunas regalías de parte de ellos al inspirar confianza e inocencia.

Examiné detenidamente cómo estaba más pálido de lo común, eso es por no salir al patio a las horas que nos permitian.

Odiaba las largas y aburridas caminatas por los jardines de aquel lugar.

A veces de verdad extrañaba mi color de piel más morena que tenía por vivir frente a la costa, como también, quedarme dormido escuchando el sonido de las olas chocando con las rocas.

Mis grandes ojos color miel, ya habían perdido aquella inocencia y miedo que algunas vez mostraban cuando recien entré a este lugar, ahora ellos solo destellaban frialdad y determinación.

Dones y Maldiciones Where stories live. Discover now