Único.

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Es la noche más larga y fría que Taehyun ha presenciado, su ventana está abierta y el viento agita las cortinas. Da una última mirada al espejo frente a él y avanza hacia el balcón, atento al extraño resplandor de la luna y el intenso brillo que emanan las estrellas en el cielo.

Él está recargado sobre el barandal, admirando el panorama mientras se pregunta por qué Beomgyu aún no ha vuelto.

Observa rápidamente a la luna y sonríe tranquilo, cerrando sus ojos mientras serepite a sí mismo el deseo que tanto anhela cumplir, mas nada ocurre. Al parecer, la luna y las estrellas también mienten, pero él no está decepcionado, porque sabe que aquello no es más que una ilusión. La luna nunca miente, y él sabe que su amado volverá pronto.

Respira con calma y suelta una pequeña risa mientras las cortinas se mueven con delicadeza detrás suyo, acariciando su espalda. Entonces Beomgyu ingresa a la habitación, dirigiéndose rápidamente hacia el balcón en donde Taehyun se encuentra aún observando tranquilamente el panorama que la noche le ofrece. La desgastada silla a su lado cruje cuando Beomgyu deja su peso caer en ella, sintiendo sus cabellos deslizarse suavemente por su rostro cuando el viento sopla.

—Beomgyu —dice finalmente, acercándose cuidadosamente mientras el mantiene sus ojos cerrados—. Has vuelto.

Él no abre sus ojos, pero Taehyun sabe que
está escuchando.

—Sí. Aqui estoy, ma petite étoile —una
sonrisa se dibuja sutilmente en sus labios
al oír aquel tan especial apodo y el acento francés que Beomgyu intenta imitar, sintiendo las mariposas revolotear alegres en su estómago ante el dulce tono que ha utilizado, y él se siente en una nube cuando escucha el chasquido emitido por los dedos de su amado, que ahora le observa atentamente—. Ven aquí —es lo único que pide Beomgyu. No intenta sonar tierno, pero la sonrisa que Taehyun mantiene en su rostro le llena de un sentimiento tan fascinantemente mágico que le es inevitable el no expresarse de esa forma.

Taehyun se detiene un momento a su lado, dudando que la vieja silla pueda con el peso de ambos, riendo levemente cuando es atraído hacia Beomgyu, dejándose caer sobre su regazo con delicadeza para ser acurrucado sobre su pecho.

De pronto Beomgyu no está seguro de querer
abrazarlo. Beomgyu no se siente seguro de tocarlo, pues podría esfumarse con el viento.

Él teme perderlo.

—¿Logras ver esa estrella? —pregunta, y
Taehyun sonríe en el instante en que oye su voz— Me recuerda a ti.

—¿A mí? —repite, sin dejar de observar
el cielo nocturno. Su piel helada y hormigueante bajo su toque.

Beomgyu no dice nada durante largos segundos, simplemente sonríe mientras sus dedos se enredan con los suyos y Taehyun observa sonriente a la luna.

—Hoy la luna brilla más que nunca —Beomgyu sonríe en el momento en que la melodiosa voz hace eco en el lugar. Una pequeña vela los ilumina, el aire se siente frío y pronto el perfume de Taehyun ingresa por sus fosas nasales, intensificando el sentimiento de calidez que ha invadido a su pobre corazón— ¿No es preciosa?—su voz suena tan gentil que le es imposible reprimir el deseo de dejar un beso en su mejilla; seguido de otro, y otro, y otro más.

Ambos se observan en silencio. Beomgyu piensa que es hermoso. Taehyun piensa que lo adora, y que tiene suerte de haberse enamorado de alguien como él.

Ambos sacuden la cabeza, y la mirada del joven azabache viaja nuevamente hasta sus brillantes ojos maravillados por la belleza del cielo nocturno y las millones de estrellas que habitan en él, como si de un jardin de joyas ocultas se tratase.

—Taehyun —susurra, y él lo observa siendo sincero, ya estaba cansado de mirar hacia el cielo nocturno—. Ahora mismo, tú eres la única estrella que quiero contemplar —supone que Taehyun se ha sonrojado porque de pronto ha escondido su rostro en su cuello y él deja salir una pequeña y melodiosa carcajada—. Eres tan adorable.

Cuando Taehyun se aleja encuentra a Beomgyu viéndolo con admiración, analizando cada parte de su rostro; sus expresiones y la manera en que sus ojos se han vuelto dos medialunas al sonreír nuevamente.

—Sé lo que piensas —dice con cierto deje de
burla en su voz y Choi enarca una ceja con gracia, tratando de comprender el motivo de aquel comentario tan repentino— ¡Piensas demasiado fuerte, Beomgyu! —exclama riendo.

—En efecto, amado mío —Taehyun niega con una sonrisa en su rostro y lleva su mirada hasta el pequeño lunar ubicado entre los labios y nariz del ojiverde.

Sabe que él lo odia. Lo sabe porque lo ha mencionado en varias ocasiones, pero Taehyun no puede evitar pensar que aquel lunar es precioso, al igual que cada fibra de él.

—¿Qué estás viendo?

En ese instante, Taehyun simplemente no se siente capaz de contener el impulso de besar la pequeña manchita en su piel, acabando por dejar un fugaz beso sobre ella.

Cuando finalmente lo deja, él piensa que Beomgyu está molesto, mas nada ocurre. Beomgyu continúa viéndolo con los mismos ojos de amor que siempre, y Taehyun se siente feliz por eso.

—Puede que yo también quiera besarte —dice, señalando con su dedo índice los labios de Taehyun que nuevamente se han torcido en una tierna sonrisa— ¿Te importaría permitirme besar cada espacio de tu rostro?

Él no espera una respuesta, y pronto sus labios recorren el rostro de Taehyun, besando desde sus párpados hasta su mandíbula entre risas y reclamos del chico, quien sólo puede aferrarse al borde de la camisa de Beomgyu cuando un rápido beso es depositado en sus labios.

Al separarse, Beomgyu se pregunta si acaso el joven frente a él es real, aún sin poder creer que alguien tan espléndido como Kang Taehyun pueda amarlo con tal intensidad.

—Te amo —recita suavemente. Sus manos cobrando vida al rodear su cintura con delicadeza, temiendo romperlo—. Te amo tanto, mi pequeña estrella, que a la luna debo tenerla ya harta de tanto hablarle sobre ti.

Taehyun lo observa brillantemente y sus brazos lo rodean en un abrazo mientras siente su pecho llenarse de una inmensa alegría, dejando salir un suspiro.

—También lo hago —hubo una pequeña pausa entonces, Taehyun conteniendo sus brazos. alrededor de sus hombros y la música en la radio sonando de fondo—. Eres mi mayor tesoro, y te amo infinitamente.

La sonrisa que Beomgyu le dedica lo es todo
para él. Se siente completo y amado como
nunca antes.

Era probablemente embarazoso estar ambos
sobre una vieja silla en el balcón, abrazados frente a la vista de todos, pero en ese punto, realmente ya nada importaba.

Él amaba a Taehyun.

—Quiero estar contigo durante el resto de mis días.

Estaba seguro de que lo hacía.

Estaba seguro de que lo hacía

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Moon | Beomhyun Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang