Capítulo 1. El reencuentro

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Habían pasado 5 años desde que Izuku no veía a Bakugou puesto que se habia cambiado de escuela y de vecindario para ya no seguir soportando las burlas e insultos de Katsuki. Inko seguia manteniendo contacto con la madre de Bakugo pero a petición de Izuku ella no le había dicho donde vivían ahora.

No quería encontrarse con el causante de todos sus problemas psicológicos, demasiado le habia costado no seguir aquellas palabras dichas por el oji rubí, le había costado a Izuku aminorar su ansiedad y depresión pues aún lo seguía sufriendo pero sabía controlarlo, no dejarse ganar por esa vocecita en su cabeza.

Y ahora que iba camino a su nueva escuela la U.A, estaba poniendo mucho empeño en ignorar esa molesta voz.

Cuando llego miro las instalaciones con ojo crítico, le había costado hacer el examen ya que aun no controlaba del todo sus dones, porque si, Izuku habia desarrollado su don, demasiado tarde pero ahí estaba, y aunque era difícil de creer pero no imposible con el paso del tiempo fueron apareciendo más, unos más peligrosos y dificiles de controlar que otros. Logrando en varias ocasiones llevar al peliverde al borde de la muerte. Miro los alrededores buscando a una persona en especifico respirando tranquilo al no verlo cerca, y es que el sabía que Katsuki habia logrado entrar a la U.A porque la madre de Bakugo le había dicho a la suya, aunque la madre de este no le dijo a Mitsuki que Izuku también había logrado entrar ya que los únicos que sabían de sus dones eran su maestro, él y su madre.

Siguio caminando mientras murmuraba sobre cualquier cosa o persona que veía, algunas cosas no habían cambiando en él. Llego al salón 1 A, donde ya habían varias personas esparcidas por el salón. Se quedo de piedra al ver una cabellera rubia en uno de los puestos del centro, para suerte suya este se encontraba recostado en sus brazos con la cabeza entre ellos.Camino de manera lenta hacia detrás del puesto de Bakugou y se sento ahí a esperar a que llegara el maestro. Estaba nervioso tenia que admitirlo, no sabía que iba a pasar, como iba a reaccionar Katsuki cuando se enterará que Deku estaba ahí, que había vuelto y ahora tenía una particularidad. De seguro lo golpearia pero Izuku sabía que ya no se dejaría, muchas cosas habían cambiando en él, ahora se tenía mas confianza además de que había estado entrenando y fortaleciéndose, ya no era del todo el Izuku que Katsuki conocía.

Cuando el timbre sono avisando el incio de clases no pudo evitar tensarse.

La puerta se abrio dejando ver a un señor pálido con el cabello negro largo, llevaba unas vendas colgadas al cuello junto con unos lentes amarillos, además de ir dentro de un saco amarillo.

—Buenos días, soy Aizawa su profesor y tutor durante el tiempo que esten aquí —Midoriya miraba fijamente a su maestro tratando de adivirnar cual podría ser su Don. —Hoy solo van a presentarse con sus compañeros y decir cual es su Don, y esas cosas. Ahora dejenme dormir.

Se fue a acostar en una esquina del salón cerrando por completo su saco, dejando así a sus alumnos sin saber que hacer.

Izuku estaba pensando en ir primero pero cuando estuvo a punto de pararse un chico de cabello rojo peinado hacia arriba ya iba camiando al frente de la clase, por lo que regreso a su posición inicial y espero a que fueran presentandose.

—Que hay chicos, soy Kirishima Eijiro, mi don es endurecer. —Dijo mientras endurecia uno de sus brazos. —Puedo endurecer cualquier parte de mi cuerpo.

Midoriya anotaba todo en uno de sus cuadernos, donde tenía pequeñas observaciones de los Dones de diferentes héroes y villanos. De a poco en poco fueron pasando sus compañeros unos con singularidades más interesantes que otros. Uno de ellos habia logrado capturar la atención de Izuku y Katsuki pues era Todoroki Shoto hijo del héroe número dos, Endeavor.

—Soy Todoroki Shoto, mitad hielo mitad fuego.

Habia sido todo lo que había dicho al presentarse, a Izuku le causaba intriga la cicatriz que tenia en el ojo izquierdo del lado donde su don era el fuego. Se distrajo murmurando de nuevo por lo que no se percato de que ahora era el turno de Bakugou de presentarse.

Sin quererlo recordo los momento que pasaba con él, aunque no todos eran buenos los atesoraba en su corazón, porque aunque lo habia intentado los sentimientos que tenía hacia Kacchan no se habian ido, aun lo seguia amando y él no entendía como era eso posible si él fue su bully cuando eran más pequeños.

—Soy Bakugou Katsuki, puedo hacer explosiones con las manos y sere el jodido número uno. —Deku salió de donde sea que sus pensamientos lo transportaron al escuchar la voz de Bakugou.

Intento, de verdad que intento hacerse los más pequeño que sus músculos le premitieron, pero como todo, la suerte no estaba de su lado, por lo que fue inevitable que sus ojos se encontran con los de Katsuki que de la impresión había dejado de hablar y ahora tenía los ojos abiertos a más no poder.

Deku no sabía donde meterse, por fuera podía estar mostrando una expresión neutra y sin sentimientos pero por dentro estaba que se moría pues después de mucho tiempo tenía esa mirada rubi sobre él de nuevo, y si creía que podía controlar como sentirse con Bakugou estaba equivocado. La cantidad de mariposas que sentía eran absurdas, solo con una mirada del oji rubí habia sentido que se desmayaba, ¿que pasaría si lo tocaba?

—¡Deku bastardo, ¿qué haces aquí?! —Pregunto Katsuki cuando se le paso la sorpresa dando paso al enojo.

Izuku se paro de su asiento caminando hacia donde estaba Bakugo. Al llegar a su lado pudo apreciar que era unos centímetros más alto que Kacchan y eso lo ponia jodidamente feliz, algo en lo que le habia ganado después de mucho tiempo. Le dirigio una pequeña mirada antes de voltear hacia la clase.

—Soy Midoriya Izuku no Deku, mi Don es super fuerza.

Volteo a ver a Bakugo y lo encontro con el ceño fruncido, tanto que casi se juntaban sus cejas. No pudo evitar llevar uno de sus dedos ahí y presionar hacia arriba para que dejara de hacerlo. Eso solo provoco que Bakugo como acto reflejo le lanzara una explosión directo en la cara. Izuku casi ríe al recordar como hacia eso cuando estaban chicos. Dio unos pasos hacia atras y regreso a su puesto, sin contestar la pregunta de Katsuki ya sabía que terminando la clase Bakugou lo buscaría para pedirle una explicación y tendría mucha suerte si solo hablaban.

Sabia que Kacchan era muy explosivo, literalmente hablando cuando se enojaba y no quería que después de mucho tiempo sin verlo lo primero que hicieran fuera pelear.

Por eso cuando la clase termino dando paso al receso se escubullo a la cafetería para comprarse algo de comer y luego se dirigió a la azotea del edificio, había agarrado el pequeño habito de comer en la azotea de la escuela en la que estuviera después de que habia intentado tirarse de una, pero por un milagro llego alguien antes de hacerlo, Izuku entonces se asusto pensando lo mal que se pondría su madre si se enteraba y es que Deku no quería ser un cobarde y huir de su sufrimiento de una manera tan fácil.

Por eso se había prometido que ya no lo volveria a hacer y sería ahi donde se recordaría que el apodo puesto por Katsuki no tenía porque significar "inútil" sino "tu puedes", porque claro que Midoriya sabia que podía.

Se sento en el borde con las piernas colgando del edificio. Su vista se dirigio al horizonte donde se podía ver como se ocultaba el sol. Sus pensamientos divagaron a cuando consiguio su poder. Aquella tarde donde una persona cambio su vida, cuando ya habia dejado ir el sueño de ser un héroe al ver que no tenía un Don. Esa persona le confio algo demasiado valioso y él quería poder cumplir con lo que había prometido.

Se convertiría en el héroe número uno y sería el nuevo Símbolo de la Paz. El legado de All Migth no terminaría ahí, ya no tenia esperanzas para seguir persiguiendo su sueño, pero el lo habia motivado, él podía convertirse en un héroe y luego de que el Símbolo de la Paz le heredara su poder el One For All, fue cuando apareció el suyo, al estar entrenando su cuerpo se hizo un corte en la mano pero en pocos segundos este se había curado.

No cabía de la emoción, después de contarle a su mentor y a su madre siguió entrenando no solo el One For All sino también su particularidad.

¡Kacchan!Onde histórias criam vida. Descubra agora