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Dos pequeños se conocieron una tarde de verano en un parque de Okinawa, uno de ellos era tímido y asustadizo, el otro en cambio era extrovertido y valiente, eran como el día y la noche, tan distintos pero a la vez tan iguales, ambos se complementaron inmediatamente y lograron forjar una amistad especial y única.

Ambos muchachos estudiaron en la misma primaria y secundaria.
Reki Kyan era como el día, muy activo, energético y radiante, Langa Hasegawa era como la noche, más frío, retraído y sereno, con los años se hicieron inseparables, y su amistad comenzó a evolucionar en algo más, sentimientos extraños afloraron en dicha relación y era algo que no podían evitar.

Reki Kyan era como el día, muy activo, energético y radiante, Langa Hasegawa era como la noche, más frío, retraído y sereno, con los años se hicieron inseparables, y su amistad comenzó a evolucionar en algo más, sentimientos extraños afloraron en ...

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- ¡Langa! Tengo hambre, vamos por unas hamburguesas ¿Si?- pidió Reki al salir del salón, ya habían terminado sus clases, iban en su último año de secundaria, el próximo año todos los compañeros se separarían ya que irían a diferentes preparatorias, no así para ellos dos, quienes obviamente iría a la misma preparatoria.

- Hoy no puedo Reki, perdón... es que mi mamá me envió un mensaje diciendo que debía llegar a la casa temprano - respondió Langa decaído, amaba pasar tiempo con su amigo.

- ¡Oh! Comprendo... Será una tarde aburrida sin ti... - soltó Reki haciendo un puchero.

Langa tomó a Reki de la mano y lo llevó hasta un rincón debajo de las escaleras, ahí permanecieron unos instantes abrazados.

- Deberías dejar de hacer eso aquí, nos puedes descubrir y nos meteremos en problemas - comentó Reki sonrojado.

- Lo siento, no puedo evitarlo... Es que eres tan adorable - bromeó Langa, quién también tenía un notorio sonrojo en sus mejillas - Ademas, tú sabes que me gustas...

- ¿Langa? ¿Estaremos haciendo lo correcto? Es que somos muy jóvenes y estamos en pleno proceso de descubrir nuestras orientación sexual - reflexionó Reki no tan confiado, alzó su mirada, quedando frente a los azulinos ojos de su amigo.

- Yo tengo muy claro mis sentimientos por ti Reki - respondió Langa sin titubear ni pestañar - de hecho lo sé hace varios años ¿O acaso olvidaste la promesa que hicimos de niños?

- Jajaja pero Langa, éramos niños con un concepto errado de matrimonio - recordó Reki entre risas.

- La maestra dijo que cuando dos personas se amaban se casaban y podían vivir juntos y felices para siempre, y yo quería eso contigo - explicó Langa nuevamente sonrojado.

- Si recuerdo eso... - comentó Reki.

- ¿Y recuerdas lo qué pasó después? Yo te pregunté si nos casaríamos cuando grandes, y tú me dijiste que si - agregó Langa inflando su mejilla con algo de indignación.

𝓙𝓾𝓼𝓽  𝓡𝓮𝓶𝓮𝓶𝓫𝓮𝓻Where stories live. Discover now