Capitulo 53: Dama en apuros

18 0 0
                                    

Sirena

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sirena

No podía creer, que estaba en frente de Romeo. Verlo fue revivir esa noche. Y también ver a James a su lado, y darme cuenta si lo amaba. Pero no podía estar con él. Yo estaba rota, no había nada bueno que rescatar en mí.

Me ultrajaron de tantas maneras, que solo quería irme. James se merecía una mujer sana y completa. No una puta, que ha sido violada muchas veces, y que solo siente asco y pena por ella misma.

No quería más esta vida. E iba dejarlo ir. Con el dolor de mi alma, dejaría a James. No era justo para él y para mi estar juntos. Ya habían sido muchas veces, que la vida nos separaba. Era lógico que lo nuestro no iba a poder ser.

Si lo amaba, lo iba dejar ir.

Después de escuchar a Romeo, me sentía agotada. Y me volví a dormir. Despierte con un balde de agua fría. Mugroso lo lanzo.

-Déjala en paz bastardo. – Dijo Romeo.

-Solo quería despertarla y funciono. Hola zorra. – lo mire con mis ojos inyectados en odio.

-El jefe ya viene. Pero no viene solo. Tiene una sorpresa para ti James. – y el aludido abre sus ojos.

Sentimos pasos, dos sombras vienen caminando hacia mí. No, no podía creerlo. Tirano y el padre de James. Enrique Bonnet.

- ¿Qué mierda haces aquí? – James respiraba de forma agitada.

-Mi ex socio me dijo que estaba en la ciudad, y quise saludar. Además, aun me debes una noche con la puta. – Y toca mi mejilla.

-No la toques. – Hades se removía, pero las cadenas estaban bien firmes. - ¡Estas enfermo! No te dejare tocarla, no le harás mismo que Magda. No lo voy permitir. – Escupió con asco.

- ¿Y qué harás? Mírate como estas, ni siquiera fuiste capaz defender a la zorra de Magda. ¿Sabías que esa puta estaba preñada? – dijo con burla.

-Eso es mentira. – grito James. – Ella me lo hubiese dicho.

-Apenas se había enterado ese día, te lo iba a contar. Pero primero me lo dijo a mi antes de violarla. Seguro pensó que con eso iba a sentir compasión por ella. – Chasquea la lengua. - Yo no iba a tener un nieto de una puta. Te imaginas, ese bastardo con mi apellido. – añadió. - Si no se lo di a Vlad, menos a ese bastardo.

Dios mío, no podía creer lo que escuchaba. Vlad y James, eran hermanos.

- ¿Vlad es mi hermano? – James estaba atónito.

-Sí, pero fue un accidente. Ella me rogo conservarlo. Pero le dije que no lo iba a reconocer como mi hijo.

-Eres un maldito hijo de puta. Un bastardo. La palabra desgraciado es poco para ti. – Grito iracundo. – Te odio, no sabes cuánto te odio Enrique. – y niega con su cabeza. – Me da vergüenza tener tu puto apellido.

-Bueno, ya basta de estos líos familiares. – Dice Tirano. - ¿Cuánto por la puta?

-Dime una cifra. – Dice Enrique.

-Bueno ahora que lo chupa mejor, podría subir el precio. – Dios no podía creer que nuevamente iba a ser vendida.

Entre tanta palabrería, no me había cuenta y los demás tampoco que Romeo ya no estaba.

¿Qué estaba pasando? ¿escapo?

No podía creer que se había ido como un cobarde.

-Alondra, amor. Tranquila nada te pasara. – habla James.

-Que tierno. – se voltea y me mira. – Sabes que le dijo exactamente lo mismo a la zorra. – y se ríe. – Y todos sabemos cómo termino todo.

En eso se siente un fuerte estruendo arriba. El piso tembló y cayo mucha tierra

¿Qué paso?

Disparos, muchos disparos se escuchaban. Una explosión más.

- ¿Qué carajos? – Dice Enrique.

Entra el Oso con sangre en su rostro.

-Señor nos atacan. – Respiraba muy mal. Vi que tenía un tiro en las costillas.

- ¿Quién? – pregunto Tirano. Estaba asustado. Miro hacia un lado y se percató que Romeo no estaba. - ¿Dónde mierda esta Romeo?

-Es ... - y toce sangre. – Es una mujer. Y el amigo de ese bastardo. – Señala a James.

-Vlad. – Hades de ríe y niega con su cabeza. – El hijo de puta de Vlad.

Y justamente ellos entran, pero también había una mujer, rubia muy hermosa. Alta y estilizada. Era muy ruda. Con ella venían muchos hombres entre ellos Romeo.

- ¡James! – Grita Vlad. Llega a su lado y suelta las cadenas, con unos disparos. Hades cae, y Vlad lo tomo. – Jamás de dejare caer mi hermano. – le entrega un arma

-Si eres mi hermano. – Y acepta el arma. – Vamos a cazar a esos hijos de puta.

Estos habían arrancado.

-Tranquila mujer, te sacaremos de aquí. - Era una mujer muy linda, castaña.

- ¿Quién eres tú?

-Andrea. – Ah era ella. – La amiga de Romeo y ella es mi chica. – Señala a la rubia peligrosa.

Suelta mis amarras, y la rubia me tiende ropa.

– Venga, vístete y ponte zapatos tenemos que salir de aquí, arriba hay más hombres.

No veía a James, ni Vlad ni menos a Romeo. Pero se seguían escuchando muchos disparos. Me vestí rápidamente. Las chicas corrían conmigo, la verdad yo las seguía ellas, ni idea de donde estábamos.

Subimos al segundo piso y justamente había muchos hombres. No conocía a ninguno. A lo lejos vi a Romeo peleando a golpes con Tirano. Vlad, con mugroso y James no se veía. Me quede parada viendo la batalla sangrienta.

-Chica corre. – Dice la rubia. – Tengo ordenes de sacarte con vida.

- ¿Dónde está James? – muy tarde para responder.

Llegaron más hombres, vi al padre de James en una esquina siendo resguardo por unos gorilas.

Las demás chicas estaban peleando con el resto de hombres que entraron. Dios me sentía inútil, la típica damisela en apuros.

-Vamos Sirena, golpéame duro. – Romeo me animaba, me enseñaba a pelear.

-No voy a golpearte moreno. – estábamos en la playa. Algo pasado de tragos.

-Golpéame, tienes que defenderte. Aprender, vamos golpea.

Recordé esa tarde en la playa y después la puse en práctica en el colegio cuando un tipo intento pasarse de listo conmigo. Y funciono.

Tomé aire, rompí un poco de tela de mi polera, y amarre me cabello. Ya no más la dama desprotegida.

Cogí un arma que estaba en el suelo y caminé a paso seguro. Y apunte, mi objetivo el bastardo que peleaba con la rubia. Y disparé, le di en la pierna. La chica me miro sorprendida.

-Diablo mujer, casi me das un tiro. – mira al hombre en suelo y le rompe el cuello. – Pero gracias. - y me sonríe. – Continua, has pagar a todos estos bastardos. – Se limpia la sangre el rostro y continua.

Yo quería llegar a Tirano, avance, pero un brazo me detuvo.

-Tú vas conmigo. – mierda mi suegro. – ¡Puta de mierda! – me da una bofetada y caí al suelo.

Me cogió del cabello y me arrastraba, grite fuerte y Romeo me miro. Y Tirano aprovechó de golpearlo.

- ¡Suéltame bastardo! – grite. 

ENFER - (Borrador) - ¡COMPLETA!Where stories live. Discover now