11. Segunda oportunidad

116 64 1
                                    

Muchas veces la gente dice que darle una segunda oportunidad a alguien es como darle una bala y un revolver por segunda vez.

Pues si la primera vez no te consiguió herir gravemente como para que no le perdonarás, es seguro que con la segunda bala si lo hará.

Esta vez si conoce lo que te hiere de verdad y que lo que te hace fuerte al dolor.

Algunos aun sabiendo eso, prefieren arriesgar todo y dar ese segundo tiempo.

Pues hay cosas de las que no se puede volver atrás ni arrepentirse de no haberlas hecho. Esas son.

Una palabra dicha, una oportunidad perdida y una bala disparada.

Una palabra dicha, una oportunidad perdida y una bala disparada

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.


DONES Y MALDICIONES

CAPITULO:

SEGUNDA OPORTUNIDAD

- Solo para terminar necesito que abras la boca quimey, tus heridas están libres de infección, son sólo superficiales; afortunadamente en unos días ya no tendrás nada -me dijo la mujer sonriente mientras tomaba mi mentón para poder examinar - estamos listos, mañana como a esta hora debes venir a la enfermería para poder cambiar el parche de tu sien y mentón.

- Gracias - le dije con una falsa sonrisa.

- Me imagino lo emocionado que estás de conocer a los demás -dijo la mujer mientras se sacaba los guantes y los tiraba a la basura.

- No se imagina cuánto lo estoy -le dije con el mismo tono falso,

Ya hace algunas horas que había llegado con Neculman y aun no podía ni siquiera saber muy bien donde me encontraba.

Salí de aquella enfermería desorientado, solo y adolorido; pues a pesar de tener mis heridas curadas, parte de mi adrenalina estaba desvaneciendo en mi cuerpo y por supuesto aparecieron los dolores del relajo.

La verdad no es que no los tuviera antes, pero la mente muchas veces juega buenas y malas pasadas, una de ellas es el hecho que la adrenalina puede bloquear los receptores del dolor para que te puedas centrar de forma casi poco creíble en lo que realmente en ese momento necesita de todas tus energías y recursos para salvarte, huir o pelear.

Es como si la mente le dijera al cuerpo, ¿que es un simple rasguño si estamos en peligro de muerte?, podríamos considerarlo una de las buenas pasadas.

Es por eso mismo que cuando la misma mente instuye que el peligro o la emergencia ya terminó, deja que nuevamente nos preocupemos de restaurar los detalles importantes en nuestro cuerpo.

Gracias a eso mismo es que podía sentir ahora algunos dolores fuertes en la espalda y cuello sin contar con el ardor de la sien y el mentón.

Dones y Maldiciones Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang