Cap 3° No juegues de esa forma

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Serizawa estaba en shock


Frente a él se hallaba quizá, la dama más hermosa que había visto en toda su vida:

Cabellos largos y oscuros, ojos claros en un curioso tono violeta, labios rosados y pálidos que contrastaban con su piel clara, tan parecida a la porcelana.


SÍ, una belleza en toda la extensión de la palabra


Serizawa juraría que, si cualquier otro hombre se hubiera cruzado en su camino, se le habría declarado a tan perfecta mujer.

De no ser porque ni era perfecta, ni era mujer...


-Reigen-san... ¡¿de-de-de dónde sacaste todo esto?!- interrogaba el empleado ahora con mucho impacto en su interior, ya que no podía creer que se hubiera sentido tan atraído por su jefe segundos antes.

-¿Oh esto? Bueno... hay muchos secretos que aún no sabes de mí Serizawa-chan- expresó mientras posaba de forma sexy, poniendo sus brazos detrás de su nuca y jugando con su cabello.

-Estás diciendo que ¿ya has hecho esto otras veces?

-Sí, me ha ayudado muchas veces a salvar el negocio principal

Esta confesión hizo que Serizawa se estremeciera de los pies a la cabeza

-Reigen-san... no me diga que usted... ¡¿ejerce el trabajo más antiguo de la humanidad?!- preguntó mientras sus manos temblaban, en cuanto a su jefe; este bajó la mirada y empezó a soltar ligeros sollozos.

-¿A-acaso vas a juzgarme?


Serizawa abrió exorbitantemente los ojos, no podía creer lo que escuchaba:


-¿De verdad no sabes todos los sacrificios que tengo que hacer para que el negocio se salve de la quiebra en más de una ocasión?-dijo Reigen con voz entrecortada y consecuentemente ocultó su rostro entre sus manos.

-No es algo que me tenga orgulloso, lo sé... ¡pero tampoco quiero depender siempre de ustedes! ¡Yo también tengo la responsabilidad de velar por su esfuerzo!

Serizawa quedó completamente congelado, más al escuchar cómo su jefe lloraba con amargura. Esto lo obligó a acercarse y tomarlo de los hombros para reconfortarle:

-Lo lamento tanto Reigen-san; desconocía por completo todo lo que te ves obligado a hacer para ayudar a los demás...

Siempre te he admirado por tu capacidad para superarte y salir de problemas sin necesidad de tener poderes, pero ahora al tener conocimiento de esto... definitivamente puedo comprobar que no soy nada comparado contigo.


Reigen se tensó por semejante confesión; y estuvo a punto de liberar su rostro de sus manos para ver cara a cara al otro; pero Serizawa se le adelantó y ahora lo envolvió en un cálido abrazo que el rubio no esperaba en absoluto.


-Pero ahora ya no tendrás que lidiar solo con esto; ¡haré todo lo posible porque dejes ese trabajo que te trae sufrimiento!

-Eh... Serizawa...

-Descuida Reigen-san


**Lo aleja de él unos instantes para poderlo ver a los ojos; Reigen queda anonadado al ver una mirada decidida y hasta cierto punto con un atractivo único**

Mi querida Reiko - En Proceso-Where stories live. Discover now