Capítulo 1: Confesión.

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—Te reto a declararte a Lee Heeseung.

Sunoo se congeló. Parpadeó una vez, luego dos, y luego volteó hacia a su mejor amigo, lo miró como si acabara de caer del cielo y aterrizado de pie.

—¿Por qué haría eso?

Jungwon suspiró.— Han pasado diez años Sun. Nos conocimos cuando teníamos ocho y ahora tenemos dieciocho. Es hora de enterrar el hacha.

—Es muy tarde para eso.— Gruñó.

—Probablemente.— Admitió Jungwon.— Especialmente cuando lo has odiado sin razón alguna todo este tiempo.— Sunoo abrió su boca para replicar, pero Jungwon no le permitió siquiera tomar aire.— Si quieres que acepte las cosas y siga adelante, necesitas una explicación convincente. ¿Quizás algo como: "He estado tan enamorado de ti que simplemente no sé cómo controlar mis sentimientos"?— Movió sus cejas de forma burlona.

Sunoo presionó sus labios y apartó la mirada. Jungwon lo conocía más que a nadie, pero sospechaba que incluso él no sabía lo cerca que eso estaba de la realidad. Había una delgada línea entre el odio y el amor, y Heeseung se las había arreglado para caminar de puntitas sobre ella por básicamente una década.

—No seas ridículo.— Le dijo a Jungwon.

—No creo que sea tan ridículo.— Jungwon se rio.— Has hecho cosas más atrevidas, Sunoo, no actúes como si no fueras un sinvergüenza.

Sunoo se burló.— Ya veremos.— Dijo. Pero en realidad, ya había tomado el reto de Jungwon en consideración, lo procesó, y se preguntó si realmente era una mala idea después de todo. Era su último año de escuela juntos y no era como si hubiera algo más que perder.

Sunoo odiaba ser quien diera el brazo a torcer primero, de mostrar una señal de debilidad después de su larga enemistad. Pero a pesar de que la mezquindad fuera uno de sus mayores rasgos, había algo que era incluso más fuerte, y eso era el caótico y complejo desastre de pensamientos y emociones que sentía cada vez que veía a su archienemigo.

—Bueno, tengo una junta en el club.— Dijo Jungwon cuando se acercaban a la entrada del edificio.— Disfruta de tu tiempo en la librería.— Dijo con su característico tono burlón.

Sunoo frunció el ceño.

—Sé perfectamente que no estás en ningún club.

—Tal vez empiece uno.— Respondió Jungwon de forma casual.

—¿Ah sí? ¿De qué sería? ¿El "Club de Fans de Park Jongseong"?— Se burló.

—Puede ser.— Dijo Jungwon astutamente. Le guiñó y le lanzó un beso mientras se alejaba rápidamente de él.— Yo no soy quien tiene miedo de afrontar sus sentimientos.— Gritó mientras se perdía de su vista.

Sunoo se giró hacia la entrada de la librería con un suspiro.

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—Voy a tener que confiscar esto.

Sunoo levantó la mirada mientras su botella de leche de fresa se le era arrebatada de su mano, la pajilla resbalando de sus labios. Quedó boquiabierto.

—¡¿Disculpa?!

Heeseung lo miró con un aire de grandeza sobre los marcos redondos de sus lentes y apuntó al cartel en la pared que decía "Todo tipo de alimentos y bebidas están prohibidos".

—Lo siento, mi Sunflower.— Dijo suavemente, alejándose con la preciada bebida de Sunoo en la mano.— No mates al mensajero.

—¡Todos los demás aquí están comiendo o bebiendo algo, pero no los molestas!— Levantó la voz, enojado.

—No se grita en la librería.— Dijo Heeseung por sobre su hombro.  Sunoo podía jurar haber visto la pajilla deslizarse en su boca mientras el irritante asistente de librería se abría paso hacia su escritorio.

Sunoo enfureció. Había dos cosas en este mundo con las que no deberías meterte cuando se trataba de Kim Sunoo: sus amigos, y su leche de fresa.

Se paró se su silla bruscamente, las patas de madera rasgaron ruidosamente el piso. El rechinido hizo eco a través de la silenciosa atmósfera de la biblioteca, y justo como se esperaba, Heeseung se giró y lo miró. Como todos en el lugar.

Sunoo tragó ante la sequedad repentina que sintió en la garganta. Su lengua se sentía como una lija dentro de su boca y su piel picaba ante las decenas de ojos que habían apartado la mirada de sus libros para posarlos en la persona que causó tal escándalo.

Casi se acobardó. Casi. Pero Kim Sunoo era un sinvergüenza y había hecho peores cosas que esta.

Aclaró su garganta y sólo porque sí –y como último recurso para ponerle los nervios de punta a Heeseung–, se aseguró de que su voz acaparara cada esquina de la librería, fuerte y resonante. Miró a Heeseung directamente a los ojos mientras pronunciaba las palabras que, probablemente, cambiarían el curso de su larga y turbulenta relación para siempre.

—¡Estoy enamorado de ti!

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Aquí la historia original [https://archiveofourown.org/works/30387354/chapters/74916342]
Denle mucho apoyo a la autora !!

𝐓𝐡𝐢𝐫𝐭𝐲 𝐃𝐚𝐲𝐬 | 𝐇𝐞𝐞𝐬𝐮𝐧 (TRADUCCIÓN)Where stories live. Discover now