Capítulo 1

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Eros Makridis, es un hombre enorme!! literalmente lo es, un general de guerra con un poder militar que abarca miles de tropas a su cargo, las comanda con honor, y tenacidad, no siente piedad o compasión, sangre a su paso y horribles muertes han tenido su sello.
El amor para él no existe, desde muy joven fue lanzado a luchar y manchar sus manos con violentas muertes.

Sus padres unos marqueses en años entrados, dejaron que el rey lo reclutara ya que era un joven único, su enorme tamaño y fuerza dejaron impresionados a los altos mandos militares.
Y al pasar los años, duros y fuertes entrenamientos hicieron que fuera ascendiendo de rango, hasta llegar a ser mano derecha del rey y general absoluto del comando militar.

Años hace que no regresaba a su tierra, tras la muerte de sus padres, no le apetecía estar en su casa de nacimiento, así que la vendió y se fué a vivir en su mansión, dónde tiene sus prósperas tierras.

Tras una lucha incansable por su país fue herido de muerte, aún así él es una bestia y aunque eliminó a sus enemigos, no logró salir ileso, por eso su rey y amigo ordenó 6 meses de recuperación y un edicto del mismo rey para contraer nupcias.

Un hombre tan importante y valeroso para el reino como lo es Eros necesita desendencia, y para éste imponente hombre a sus 29 años tener una esposa es una absurda idea, y tener hijos es aún peor.

No puede dar un no por respuesta a su rey, y aunque su "prometida" debe ser una mujer escogida por su majestad, no le agrada la idea de desposar a una desconocida.

Por la cama de Eros han pasado muchas mujeres, pero en su corazón jamás ha habido una.
El general es un hombre físicamente grande, muy grande, no es aquel típico hombre con facciones sexys, hermosas o atractivas, ni mucho menos ser aquel por el que las mujeres suspiren.

Éste hombre muestra una masa muscular fuerte, un negro cabello hasta los hombros, una barba tan espesa, que endurece más su rostro, posee unos enormes e intimidantes ojos negros, piel canela y una nariz ya deforme por las luchas cuerpo a cuerpo, cicatrices en casi todo su enorme cuerpo y rostro, aunque no es tan obvia cada marca en su cara ya que su tupida barba cubre la mayor parte de éstas.
Eros no es aquel caballero gentil y pícaro con las damas, no, en lo absoluto, él es arrogante, grotesco, bruto y cruel, rayando a lo despreciable.
Descuidado en su presentación personal, un moustruo en casi todo, a su hora de hablar y expresarse es nefasto y sus modales en la mesa o en cualquier lugar es horrible, no le importa ser un vulgar con los demás ni se guarda los comentarios desagradables a la hora de hablar, decir la verdad en la cara de quien sea jamás ha sido un problema.

Pero nadie dará fe que Eros Makridis tenga un corazón.

--pobre niña la que será su esposa, hablan las mujeres encargadas de cuidar su mansión.
Estás no son atentas con su amo, todos le temen, no les importa ser cuidadosas con su casa, la ropa sólo la lavan descuidadamente, comida, ja!!! Nada especial.

-- El general jamás se detalla éso, hablan las más veteranas.
La mansión, que pasa la mayoría del tiempo sola sin él, pues a medias hacen la limpieza y los jardines totalmente abandonados.

El enorme hombre no se molesta en pequeñeces, sus cultivos y ganado son su prioridad, son sus mayores ingresos la cual ha acumulado una enorme fortuna, tiene un manejo contable estratégico y estrictamente controlado, un sólo error, pérdida o robo y la muerte es el castigo, Eros detecta rápidamente cualquier anomalía en los informes que recibe mensualmente, su cerebro funciona tan excepcional como su fuerza y rudeza.

(...)
Hace dos días el general llegó a su residencia, una enorme mansión a las afueras de la cuidad, lejos de los ojos curiosos que siempre están a la espera de poder ver a la bestia, como lo llaman los lugareños, aunque agradecen a su rey por tener al mando de las tropas al imponente hombre el cual siempre los cuida y se sienten seguros de los posibles enemigos del reino, aún así es un hombre de temer.

Ya los rumores son pan de cada día en el pueblo sobre la llegada de la pobre mujer prometida en matrimonio al general todos los lugareños se conduelen de la pobre criatura que tendrá por esposo a la bestia, ninguna mujer a los alrededores sea una joven casadera o prostituta ha tenido algún pensamiento romántico hacía él, para ellas es un hombre feo, un militar grotesco que pisotea a cualquiera que lo ofenda, y sí, el general jamás se ha acostado con las lugareñas, las que han pasado por su cama, son mujeres de ciudades dónde tenía batallas y ellas se ofrecieron voluntariamente a compartir aposentos por unas cuantas monedas de oro.

-- señor, ha llegado su esposa, le habla respetuosamente uno de sus guardias.

-- y?? Que pretendes que haga? Que salte de dicha? Grita groseramente el general totalmente molesto porque acaban de llegar los documentos legales dónde la firma del rey y la del obizpo están plasmadas ahí, dónde los han certificado como esposos.

Helena Vardalos, ése es el nombre de la esposa del general Eros, una hermosa y diminuta mujer de enormes, preciosos y únicos ojos color durazno, como salidos de un cuento de hadas, larga y abundante cabellera castaña rizada, pestañas espesas y rosados pómulos.
Su sonrisa es imán para los hombres, con sus hoyuelos tan especiales, hacen que suspiren a su paso, su pequeño cuerpo es un pecado, sus pronunciadas caderas y vistosos glúteos son la causa de muchas críticas femeninas y deseos masculinos.

La bella mujer, a pesar de su baja estatura, es una preciosidad, en la corte fué la razón de disputas y enemistades con las damas y caballeros del reino, su belleza es única, motivos por los que sus tutores legales, unos importantes miembros de la realeza optaron por acceder a la petición de su majestad, darla en matrimonio al general supremo, Eros Makridis, y enviarla a su nuevo hogar y así quitar un problema de sus hombros.

La pequeña Helena, con 18 años es muy culta, una joven carismática, sencilla, bien portada y sobre todo muy inteligente.

La gran fortuna que le dejaron sus difuntos padres fue prácticamente gastada por sus tutores, la dote que era para su matrimonio fue poca en comparación con la fortuna que heredó, a ella no le importó, sólo quería salir de ésa horrible casa, dónde sufrió maltratos y humillaciones por parte de su "madre" adoptiva y hermanastras, su padre adoptivo fue un hombre ausente por así decirlo.

Al momento de elegir esposa para el general Eros, los tutores de Helena sabían de lo cruel y rudo que es, así que a sus niñas jamás las ofrecieron en la propuesta, su salida fue con la inocente y tímida Helena.

Ella no tuvo institutrices o maestros que la educaron como a sus hermanastras, ella aprendío modales, etiqueta, idiomas, artes, música y demás menesteres propias de las jóvenes ricas de la alta sociedad, no!! Las aprendió a escondidas de sus padres adoptivos, las empleadas domésticas adoraban a la pequeña Helena, le enseñaron lo más importante a valorar la vida, a las personas, a respetar a todos por igual y a ser felíz.

Además de aprender a limpiar, lavar, cocinar, bordar, tejer, cultivar, y todos los quehaceres del hogar, Helena fué una niña muy felíz, y ahora ya es esposa de un hombre que ella cree firmemente la va a cuidar y proteger siempre, porque aunque no conoce a su esposo, está segura que es un hombre bueno porque en su bello e inocente corazón cree que él al luchar por su país y por proteger a su gente es un honorable caballero.

Pobre pequeña Helena, tan lejos estará de la realidad??

Un Moustruo Adorable. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora