Mi vecino (Yax)

Introducción

*Narrador*

En una carretera de algún lugar, una familia de cinco integrantes viajaba a su próximo hogar, ya que el anterior.... Pues digamos que fueron un tanto "intensos" para ese lugar. Y bueno los echaron de ahí.

Justo en este momento los tres integrantes más jóvenes estaban un tanto inquietos por conocer su nuevo hogar, esperando que está ves no sea solo temporal.... Otra vez.

- ¿Ya llegamos?

Fue la pregunta 16,086 en las escasas dos horas de trayecto que llevaban, desde que partieron, los niños no dejaban de preguntar si ya avían llegando, y lo peor para aquel pato que conducía, era que todavía faltaba otras dos horas de camino.
El conejo a su lado ya se avía desconectado del resto de la familia desde la medida hora de haber partido, ya que bien sabía lo irritantes que son sus hijos cuando están ansiosos, cuando los hacen esperar o cuando los mantienen en un solo lugar por horas.

- ¿Ya llegamos?

Otra vez

- ¿Ya llegamos?

Y otra vez

- ¡¿YA LLEGAMOS?!

Y ahora optaron por gritar ya que su padre no les respondía

- ¡¿YA...-

- ¡¡¡LES JURO QUE SI NO SE CALLAN NOS LANZAREMOS POR UN PRECIPICIO!!!

El pato grito por fin, estaba en serio muy molesto, grito tan fuerte que incluso los otros conductores lo escucharon.

Y durante unos cortos cinco segundos nadie en el carro dijo nada, hasta que de la parte de atrás se escuchó un...

- ¡¡¡ SI!!!

El pato jadeo agotado, sus hijos si que eran un casó perdido

- Tranquilo, ya verás que pronto se quedarán dormidos

Por fin escucho la vos tranquila de su pareja.

- Es fácil para ti decirlo, no los has tenido que soportar todo este rato

Contesto el pato, ganándose una patada atrás de su asiento

- Lo sé, lo sé, pero esos niños son insufribles

Ahora contesto el conejo, y al igual que su pareja, recibiendo un golpe en su asiento

- Oigan, ¿saben que podemos escucharlos?

Preguntaron ahora los niños

- Claro

Contestaron los adultos. Provocando quejas de los más jóvenes.
El conejo vio a sus hijos y luego rio un poco, después beso la mejilla de su pareja, y dijo

- ¿Que te parece si en la próxima parada cambiamos de lugar?

- Porsupuesto que si, es tu turno de soportar a esos niños

Pero para la mala suerte del pato los niños se durmieron desde que el conejo comenzó a manejar.

- No es justo

- jajaja, tu sabes que ellos son inquietos la primera mitad del camión, pero tú siempre quieres conducir primero

- Es por que tú usas psicología inversa

Contesto el pato y el conejo rio, pero de pronto el conejo se puso serio y mirando por el retrovisor a sus hijos, le dijo a su esposo

- Espero que está ves sea diferente, ellos necesitan tener amigos, ¿Cuántas veces nos hemos mudado ya?

El pato lo vio y suspiro

- Lo sé, pero la gente no nos comprende, somos demaciado "locos" para ellos

Le dijo el pato, remarcando aquella palabra que siempre les decían, ellos tenían su propia forma de ver el mundo, una forma que para algunos era loca, para otros irritante y para unos cuantos incomprensible. Pero así eran ellos y no iban a cambiar por aquellos que no los aceptaban