Closer to you

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No puedo creer que ya pasó un año desde que vi a Haeri. La distancia entre nosotros creció en el último verano, pero he esperado ansioso cada día para poder verla otra vez. Los estudios y la lejanía de nuestros hogares no permitió que nos viéramos, y aunque todo este tiempo ha sido un constante dolor de cabeza, por fin voy a poder ver nuevamente su rostro de cachorro y esos ojos que hacen latir mi corazón como loco.

Me gusta. Realmente me gusta. Ha sido así desde que eramos pequeños y nuestra altura era la misma.

He adorado por tanto tiempo a Haeri que mis corazón está completamente lleno de ella, pero es difícil porque ella quiere a un Jungkook tierno y de su tamaño, sin embargo, tras el verano pasado no he hecho más que crecer y crecer. Y eso me preocupa, porque quiero estar a la altura de Haeri, pero no puedo regresar el tiempo ni tampoco hacerme más pequeño.

Mis manos sudan a no más poder y trago nervioso esperando divisar su figura. Me ha venido a buscar a la estación, pero me temo que entre tantas personas no me pueda ver. Su altura no es mucha, así que en el fondo tengo la esperanza de que mi altura sirva de algo, incluso si eso significa que solo sirva para que me encuentre con rapidez.

Pasan diez minutos y creo que mi esperanza no ha sido nada más que eso. Pero justo cuando estoy por moverme del lugar en el que he permanecido parado, la veo. Y aunque no sé cómo es posible, está más linda que la última vez que la vi. Lleva puesto un hoodie tres tallas más grande que la suya, pero se ve como la chica más linda del mundo.

—¡Jungkook!

No resisto el estar parado sin hacer nada más que contemplarla, no obstante, la vergüenza y los nervios me ganan. Está tan linda y yo... ¿Qué debo hacer? Tengo ganas de correr hasta ella para abrazarla y tenerla entre mis brazos, pero soy muy vergonzoso en ese aspecto y al final es ella quien corre hacia mí y me abraza entre sus tiernos brazos.

—Hola, Haeri —ya puedo sentir mis orejas rojas. Si no fuese porque hablé, todavía seguiría reteniendo el aire.

—Te extrañé mucho, Kook —su mirada se eleva para verme, su pestañas revoloteando de la forma más preciosa que he visto. Me pierdo en sus ojos y no hago nada por evitarlo.

—Yo también te extrañé mucho.

Y soy un tonto por retener mis sentimientos, por esperar que algo suceda mágicamente. Pero soy feliz viéndola y estando cerca, no pido nada más. Siento sus tiernas manos tocando mi espalda y sin más acarició su cabello un tanto ondulado en las puntas. El olor de su champú llega hasta mi nariz y solo puedo pensar en que me gustaría permanecer así por mucho más tiempo.

Incluso si mi rostro está veinte centímetros por sobre el de ella.

* * *

—Mi abuela también va a estar muy feliz de verte. Me ha preguntado mucho por ti, pero como casi no habíamos hablado no tenía mucho que decirle...

Su cuerpo es menudo y hace un esfuerzo para poder alcanzar las papitas en el estante más alto, lamentablemente ni apoyándose solo en las puntas de sus pies llega a alcanzarlas. Doy una risa por la ternura que me produce y enseguida me acerco para alcanzarlas por ella. Sus mejillas se inflan en un gesto extremadamente adorable y le entrego la bolsa bajo su atenta mirada.

—Ahora tenemos tiempo para hablar. Luego podrás contarle todo el chisme.

—En ese caso tienes que estar preparado. No vamos a parar de hablar ni por un segundo, ¿me oyes?

Y asiento, porque yo sería feliz escuchándola toda la vida.

—Me pregunto qué más falta... ¿Prefieres gaseosa u jugo?

❥Closer to you  ⁀⋱‿ ♡▕Jυɲʛƙơơƙ▏⊰۝Where stories live. Discover now