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Un baile. Todo iba a ocurrir en un baile.

Las familias de Jungwon y Riki eran muy conocidas por la cantidad de empresas que estas lideraban, y como suele pasar, la unión del apellido Nishimura con los Yang era muy importante de llevar a cabo. La familia de Jungwon era la más empeñada en ello, por lo cual, su madre siempre le insistía en que sea más cercano al hijo mayor, Riki, quien desde un principio no lograba tolerar de Yang, pero debía hacerlo por lo mismo anteriormente mencionado, su familia también le insistía en ser cercano al hijo menor de los Yang, Jungwon.

Si unimos piezas, ya podemos darnos cuentas que todo se trataba de iniciar un compromiso arreglado, el problema aquí eran dos; Yang Jungwon sí empezó a sentirse interesada en Riki, pero Riki no tenía ninguna intención de querer confirmar un compromiso con alguien que no conocía pero estaba siendo forzado por sus propios padres.

Fue entonces que empezó el debate mental en su cabeza, quería encontrar una forma de demostrar que su corazón ya le pertenecía a alguien y no tenía miedo alguno de decirlo, pero tal vez, solo tal vez, escogió la peor forma de hacerlo.

"En público", sus familia planificaron un baile en donde habían invitado a muchas personas, incluso permitieron que sus hijos tuvieran la libertad de invitar a sus amigos, cercanos o no, estaban abiertos a recibir a las personas que sus hijos también quisieran invitar, y eso no era tan bueno como sonaba, al menos no para Jungwon.

Todo lo que pasaría él no lo veía venir, así que su ilusión es lo que siempre estuvo presente en su corazón, Nishimura actuaba a la perfección, por lo cual fue fácil para él hacerle creer a Yang que juntos revelarían con mucho gusto el compromiso entre ellos. Este era el motivo principal por el cual Jungwon estaba emocionado con dicho baile, empezó a creer que le caía cada vez mejor al hijo mayor de los Nishimura, y al estar en algo arreglado, no deseaba nada más que llevarse bien entre ellos, primordialmente porque se trataba de una relación que dentro de poco se haría oficial, tal vez a la fuerza, pero tampoco es que ellos pudieran llevarle siempre la contraria a sus padres, por esto mismo es que Jungwon se metió en la cabeza el pensamiento insistente de querer llevar una buena relación con Riki, forzando a su corazón a enamorarse, sin saber que en realidad lo estaba forzando a ser lastimado, porque Riki pensaba de forma completamente opuesta a él.

Pero no había vuelta atrás. El día del baile llegó.

Jungwon fue de los últimos en asistir, llamando la atención de muchos ante su belleza, incluso sus amigos voltearon a verlo, sonriendo de forma inevitabla mientras le hacían pequeñas señas para que se acercara. Riki también estaba allí, y por más que no quisiera le fue inevitable también pensar que se veía muy lindo ese día.

Dudó, él sí llegó a dudar si realizar o no el plan de hoy.

"Escuché que ese traje fue diseñado especialmente para él."

"¡Se ve hermoso!"

"Es un jovencito muy adorable."

"¡Realmente es un ángel!"

Comentarios tras comentarios, Riki suspiró y volteó el rostro para seguir tomando un poco de vino, mientras que dos amigos del más bajo, Jake y Sunghoon, se habían acercado con emoción y una amplia sonrisa en sus labios.

- Jungwonie. -Sunghoon tomó su mano con delicadeza antes de plantar un casto beso sobre el dorso de la misma, causando un puchero en los labios de Jake, quien llamó su atención dándole un suave golpe en la espalda. Park solo le sonrió con ternura, rodeando su cintura luego de saludar a su amigo. - Estás muy hermoso hoy, te luciste con una entrada épica.

Príncipe | OS Jaywon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora