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El cielo se oscurecía cada vez más y se llenaba de puntos luminosos esparcidos a su alrededor, cúmulos de personas salían de los edificios al terminar de trabajar para ir a sus hogares.
Minho salía de la empresa dispuesto a irse al departamento que compartía con los demás integrantes, cansado después de un duro día de ensayos.
En ese lugar solo quedaban Chan y él, Lee trabajaba en la nueva coreografía mientras Chan se concentraba en producir nuevas canciones -que probablemente nunca sacarían-, se hubiera quedado con él sí este no lo hubiera regañado diciéndole que debía ir a descansar.
Al llegar a su hogar el silencio lo recibió, no le extrañó, pues era obvio que todos estarían dormidos debido a lo cansados que estaban. Él haría lo mismo: dormir, teniendo en cuenta que el día siguiente será igual que este, o tal vez más agotador.
Fue a su habitación, encontrándose con su roomie durmiendo junto a alguien más que no pudo reconocer debido a la oscuridad del lugar. No le dio importancia, pues no quería despertarlos con la luz.
Dejó sus cosas en su respectivo lugar intentando hacer el menor ruido posible, sin embargo, un ruido lo desconcertó.
Alguien estaba llorando.
Salió de la habitación para así saber quién estaba llorando; estaba cansado, sí, pero también preocupado.
Cuando estuvo frente a la puerta de la habitación donde se escuchaba aquel llanto se concentró para identificar quién era, al ver que no pudo identificarlo, entró, intentando -de nuevo- ser lo más silencioso posible.
-Changbin... Changbin... -Minho tocó su hombro al notar quien era: su novio -. ¿Pasa algo?
-¿Minho? -preguntó Seo con pánico, aun que el mayor no lo pudiera notar, sabía que había desesperación en los ojos de Changbin.
-Sí, Changbin, mira, soy yo, no voy a hacerte nada -se le acercó al menor buscando su rostro para limpiarle las lágrimas.
-¿Qué pasó? -preguntó una vez se había calmado.
-¿Por qué llorabas? -quiso saber Minho para así ayudarle, o intentarlo, pues eran pocas las veces que veía llorar a su novio.
-Estoy cansado y estresado... Además, en la empresa me dijeron que debía bajar de peso, no sé, creo que se me juntó todo el estrés y por eso terminé llorando... -contestó Seo, haciéndose bolita entre los brazos de Minho -. Lo siento.
Minho acarició su espalda con delicadeza mientras Changbin comenzaba a llorar de nuevo.
-Acompáñame
Aun que no sabía a donde lo iba a llevar Minho, Changbin lo siguió hasta su habitación. Ahí, Minho sólo se puso un sueter y le indicó a Seo que hiciera lo mismo, poniéndose uno de sus suéteres, el cual le quedaba grande. Los dos quedaron con el pantalón de la pijama, lo cual no importaba mucho, pues no iba a haber mucha gente. Finalmente, tomaron las llaves del departamento y salieron del lugar.
