Convicción

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Katsuki, cuyo pelo era totalmente rubio en lugar de rubio ceniza, se encontraba hablando con Ejiro por los pasillos de la escuela. Para sorpresa de la mayoría Katsuki estaba calmado y hablaba con tranquilidad mientras bebía una lata de refresco.

"¿Quieres que te crea que conociste a alguien que parecía una combinación de padres asiáticos y europeos, que hablaba español de argentina, y parecía millonario?" Katsuki preguntó con ironía, terminando su bebida y tirando la lata a un bote de reciclaje

"¡Es verdad! ¡¿Por qué no me crees?!" Ejiro le preguntaba, caminando a su lado

"Por que suena a que es un sucio mestizo" Katsuki respondió, no pensando muy bien en su respuesta

"¿eh? ¿mestizo?" Ejiro cuestionó la forma en la que Katsuki llamó al sujeto

Katsuki se paró en su lugar, también cuestionando por qué lo había llamado mestizo "Solo olvidalo" Le respondió resumiendo su caminata, empezando a sentir como el gel de su pelo, que usaba para mantenerlo en su forma tan característica, empezaba a disolverse "Tengo que ir a mi cuarto" Fue lo único que dijo, yéndose rápidamente sin despedirse de Ejiro

"Esta bien" Ejiro le respondió viendo que Katsuki se iba con rapidez

Mientras caminaba, Katsuki sentía como los mechones de su pelo empezaban a caerse, al igual que sus ojos empezaban a arder. Deteniéndose por un momento, se quitó lo que parecían ser lentes de contacto de sus ojos, dejando ver unos hermosos ojos rojos con la pupila rasgada, pareciendo los de un gato. Nuevamente empezó a correr a su cuarto, empujando a todo estudiante que estuviera en su camino "¡Haganse a un lado malditos extras!"

Unos días después, Katsuki se encontraba despertando en su habitación, miró a su mesa de noche y vio la hora 5:30 am. Levantándose de su cama, unos portales dorados se abrieron a su alrededor, y de ellos salieron varias cadenas las cuales empezaron a buscar por todo su cuarto su ropa, al igual que algunas cadenas le cepillan los dientes.

Desde hace unos días esto se había convertido en algo normal. Unos portales se abrían siempre que se levantaba y unas cadenas salían de ellos, ayudando con cosas básicas, al principio les gritaba para que desaparecieran, incluso intentaba agarrarlas y hacer que dejen de moverse, pero las malditas cadenas parecia que tenian vida propia y no le hacían caso. Con el tiempo dejó de intentar que le hagan caso, pero apreciaba que al menos nada de esto ocurriera cuando estaba cerca de gente que conocía.

Una vez las cadenas terminaron de cepillarle los dientes, arreglarle el pelo, traerle su ropa deportiva, y un par de tenis deportivos, Katsuki solo se puso todo, agarró su teléfono y sus audífonos y se dirigió a la puerta. Antes de poder abrir la puerta y salir de su cuarto, una de las cadenas le acercó una sudadera.

"No la necesito" Katsuki dijo, intentando abrir la puerta pero otra cadena apareció y se enrollo en la perilla, evitando que la abriera, mientras la otra seguía insistiendo con la sudadera "Ya dije, no necesito una maldita sudadera" Decía empezando a perder la paciencia "Y tu quitate de la perilla, necesito salir a correr" La cadena volvió a insistir con la sudadera "¡NO NECESITO UNA PUTA SUDADERA! ¡DEJA DE OFRECERME LA PUTA SUDADERA!" Katsuki grito, pero no sirvió para nada

Pasaron unos minutos en los que seguía encerrado en su habitación, gritando constantemente a las cadenas "¡¿SABEN QUE?! ¡A LA MIERDA CON USTEDES!" Grito empezando a golpear la puerta, esperando romperla, pero más cadenas aparecieron evitando que siga golpeando la puerta "Ustedes..." Dijo con irritación, antes de resignarse y ponerse la sudadera "¡¿FELICES?!" pregunto, viendo que todas las cadenas desaparecieron, a excepción de una que le dio unas palmadas en la cabeza antes de desaparecer "Maldita..." Dijo con irritación, por fin saliendo de su habitación

Cuando salio, se encontro con Izuku, el cual igual se encontraba en ropa deportiva "{Me tienes que estar jodiendo}" Pensó para si mismo, sabiendo que seguramente había escuchado todo

"Kaachan, ¿hay algo o alguien en tu habitación?" Izuku pregunto con curiosidad, notando levemente las pupilas rasgadas de Katsuki

"No, y deja de joder" Fue su cortante respuesta antes de irse del lugar, sin darle tiempo a preguntar más cosas, ocultando sus pupilas

Katsuki salió de los dormitorios de la UA, y empezó a correr al parecer sin destino fijo, solo en línea recta, tomando algunas curvas. Pasaron unos minutos, y Katsuki había llegado a un parque, el gel que mantenía su pelo en su forma tan característica se había diluido y su pelo tomó su forma original, siendo totalmente lacio. Mientras corría, Katsuki pasó al lado de una mujer de estatura algo baja, pelo rubio, ojos azules/verdes, y ropa deportiva. Su cuerpo no estaba tan desarrollado, pareciendo el de una chica de no más de 14, tal vez 15, años pero al ver levemente sus ojos, parecían los de alguien experimentado.

Ambos pasaron el uno al lado del otro, sin hacer ningún gesto al contrario, a excepción de un pequeño intercambio de miradas, en el cual Katsuki pudo notar algo de ira y odio en la mirada de la chica, siendo que esos sentimientos negativos iban a su persona "{¿Cual es el problema con esa mujer?}" Katsuki pensó, al notar la mirada de la mujer, pero lo dejo de lado por el momento

Pronto llegó a un baño público, y extendiendo su mano un gel salió de un portal, empezando a aplicarlo en su pelo y arreglándose nuevamente. Katsuki se vio en el espejo por unos momentos, mientras a su mente solo llegaba el recuerdo de cuando fue secuestrado por la Liga de Villano. Recordando lo débil, lo inutil, lo inservible, y el estorbo que fue en ese momento.

Por su culpa, All Might había sido obligado a usar lo que restaba del One For All en su pelea contra All For One. Él había arruinado la carrera de All Might, él había acabado su carrera como héroe, él y su debilidad lo habían hecho. Un portal se abrió a su lado, y de él apareció una lanza, mientras más pensaba en aquella noche, la lanza parecía estar cargando cada vez más. No podía permitirse seguir siendo débil, debía entrenar más, debía ser el más fuerte de todos, y necesitaba más poder para conseguirlo. Se convertiría en el héroe más fuerte de todos los tiempos, para que nadie más tenga que sacrificarse a causa de su debilidad.

La lanza salió disparada del portal, atravesando el espejo y la pared, estrellándose contra un árbol. Necesitaba entrenar este nuevo quirk, de momento solo sabía que servía como una especie de bodega en donde podía almacenar un ilimitado número de objetos, al igual que ya venía con varías armas, como la lanza que recién fue disparada y las cadenas que lo ayudaban.

Una vez la lanza desapareció, Katsuki salió del baño público, notando que la misma mujer de hace unos minutos se dirigía a donde él estaba, por lo que solo empezó a correr en otra dirección para evitarla.

Hace unos meses, mientras estaba en una librería, se encontró con un libro que hablaba de héroes antiguos. Héroes que existieron milenios atrás, y el más antiguo y poderoso de todos ellos era el primer héroe en existir. El gran Rey de Uruk, el rey y héroe más antiguo de todos, Gilgamesh.

Ahora que lo pensaba, no sonaba tan mal el nombre, tal vez ese sería su nombre de héroe, Gilgamesh, el Rey de Héroes

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⏰ Last updated: Nov 17, 2022 ⏰

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El Príncipe Heroico Where stories live. Discover now