14 de febrero

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14 de Febrero.

En este día las pareja se dedicaban frases bonitas, cartas, se obsequiaban rosas, chocolates, etc, otros confesaban su amor y muy pocas veces eran correspondidos. Era el día del amor, pero también es el día de la amistad y Gustabo se excusaba en esto último; sus delicadas manos sujetaban una hojita en la cual se podía apreciar la marca del pinta labios y unas palabras en ella:

I love you

Esa palabra estaba escrita en todas partes, entre él y su único amigo en esa escuela en Rusia no era raro decirse te amo, pero esta vez era, se sentía diferente. Se excusaba en que San Valentín no era solo para los enamorados, sino, que también era para los amigos. No quería aceptarlo, no quería aceptar sus sentimientos hacia ese ruso.

El llegó a Rusia a los 8 años por el trabajo de su hermano mayor, su primer día en la escuela fue un total desastre, unos niños se acercaron para "darle la bienvenida", termino en enfermería con moretones en su estómago, rostro y piernas, los demás días no fueron la excepción.

Viktor se acercó a él cuando unos niños lo estaban molestando por tener su cabello amarrado porque, según ellos, eso era de maricas. Lo defendió de estos y se quedó con el en todo el receso; nunca dejaron de juntarse y ahora llevan 7 años como mejores amigos.

- Priviet, Gus - dijo a espaldas del mencionado, Gustabo se sobresaltó por la sorpresa y miro a su amigo.

- Buenos días - hablo nerviosamente. Oculto el papel detrás de su espalda y le sonrió nervioso a Volkov - Tengo algo para ti - su voz salió algo entrecortada.

- ¿Para mí? - asintió - no debiste, yo... No tengo nada para ti - rasco su nuca con nerviosismo.

- No te preocupes - extendió su brazo y mostró el papel - es una tontería, pero, es el día de la amistad también y quería darte algo - el mayor tomo el papel entre sus dedos y sonrió inconscientemente.

- No digas que es una tontería, es muy lindo de tu parte, Gus - observó la hermosa caligrafía de su amigo, los hermosos ojos azules lo miraban, esperando algo. Con nerviosismo, tomo el hombro del más bajo y lo acerco a su pecho, sus latidos eran rápidos, se unieron en un cálido abrazo. Gustabo cerro sus ojos disfrutando del momento, su sonrojo era muy notorio - Prometo llevarte a por un helado después de clase, luego a la playa y, por último, iremos a mi casa y veremos episodios de la serie esa que te gusta tanto.

- ¿Con una hamburguesa y una gaseosa? - miro al más alto con ojos tiernos, el mayor asintió; imposible negarle algo a Gustabo - como te quiero - volvió a abrazar al mayor siendo correspondido inmediatamente.

      [Anillo de compromiso]

La campana sonó avisando el final de las clases, una oleada de estudiantes salieron con rapidez de esa "prisión", entre ellos, dos mejores amigos tomados de las manos, obtuvieron algunas miradas por este pequeño detalle; ver a Viktor Volkov tomado de la mano con alguien era, simplemente, sorprendente.

Este es conocido por ser una persona fría, sin sentimientos, pero con Gustabo no era nada de lo que la gente decía sobre él, solo con ese rubio se permitía ser cariñoso, solo con el se permitía sonreír y era un tanto raro verlo hacer eso.

- Hay que apurarnos antes de que cierre el señor Fred - los helados del señor Fred eran muy conocidos y muchas parejas iban a ese lugar, en San Valentín se llenaba mucho más y Fred solía cerrar más temprano, ya que, al ser él el único trabajador de ahí le agobiaba tener que encargarse del genterio y no pensaba contratar a alguien más, le gustaba ser solo él y poder trabajar a su gusto.

Ellos frecuentaban mucho el local y Fred los reconocía como sus mejores clientes, sus favoritos.

- Todos los San Valentín vamos a ese lugar, aunque lleguemos y esté cerrado el nos atenderá con gusto, lo hizo ya dos veces y dijo que lo hará sin problema cuando no lleguemos a tiempo - Viktor balanceaba sus manos, su sonrojo era inevitable de ver y a Gustabo le parecía demasiado tierno.

- Tienes razón - miro al mayor con una sonrisa, sus miradas conectaron y sus pies pararon, automáticamente, de caminar - Viktor, ¿Podría...? - unos labios en su mejilla lo callaron.

- Dame un poco de tiempo - estaba conforme, eso fue suficiente para él.

- Vale, te daré todo el tiempo que necesites - retomaron su caminata hacia el local.

[Anillo de compromiso]

Luego de comer su helado fueron directo a la casa de Viktor; la pereza se apoderó de ellos y no pudieron ir hacia la playa, además estaba anocheciendo. La casa de Vik, o mejor dicho apartamento, era un poco espaciosa y parecía que Gustabo vivía con él pues se la pasaba metido ahí cada que podía y eso era casi todos los días.

Entraron al departamento y Gustabo se tiró al sofá con cansancio, Viktor sonrió con ternura y se sentó a su lado, Gus puso su cabeza en las piernas del mayor y este acarició su cabellera.

- Pediré las hamburguesas - Gustabo se iba a levantar pero unos brazos le impidieron moverse - Estás cariñosito hoy, eh.

- Mmh - beso la frente y mejilla sonrojada del más bajo, se detuvo a verle unos minutos.

Viktor tenía en claro algo; amaba a ese rubio con toda su alma y quería darle todo el amor que pudiese, pronto saldrían, no, Viktor saldría de la escuela y tendría que buscar una universidad buena donde pudiera tomar la carrera de Policía y quería poder disfrutar de la compañía de Gustabo antes de tener que pasar casi todo el tiempo en la Universidad.

Los miedos existían en Viktor, sus inseguridades...





















¡Al carajo con toda esa mierda!

Tomo al menor de la barbilla y junto sus labios en un tierno beso, un beso lleno de amor, Gustabo estaba sorprendido por el repentino beso pero correspondió sin dudarlo. El rubio rodeo con sus brazos el cuello de Volkov y profundizó su beso. Se separaron cuando sus pulmones no podían más y se miraron con amor.

- Gustabo, quiero darte todo el amor que te mereces, quiero poder ser la persona quien te saque risas todo el tiempo, la persona en quien puedas confiar, con la que puedas compartir tus malos y buenos momentos, quiero ser yo aquel que tenga la maravillosa oportunidad de estar en tu corazón, quiero complacerte en todos tus caprichos y poder verte feliz todo el tiempo, ¿Me permitirías tener el maravilloso honor de ser tu pareja? - la sonrisa en el rostro del rubio no se podría quitar por nada del mundo, era uno de los mejores días en su vida por no decir que era el mejor.

- Sí, un millón de veces sí - volvió a juntar sus labios. Así pasaron toda la tarde, entre besos, caricias y series de por medio.

Viktor sonrió, ese era uno más de sus recuerdos y era el mejor de ellos. Era maravilloso lo mucho que pensaba en Gustabo y cada día recordaba uno o más momentos que pasaron juntos.

- - -

Como ven comenzaré con sus recuerdos, solo uno más y ya vamos a lo chido xd

SUKI✓

Обручальное кольцоWhere stories live. Discover now