Parte única.

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A lo largo del tiempo se han descubierto lo que ahora llamamos emociones, sensaciones y sentimientos. Felicidad, tristeza, miedo, enojo, alegría, empatía, simpatía, emoción. Todas y cada una de ellas juegan papeles importantes en la vida diaria.

Pero esta vez nos centraremos en dos de las más importantes y que por siempre habían sido usadas como antónimos, o bien, enemigos. El amor y el odio.

No sé sabe a ciencia cierta lo que son estas dos. Cada persona lo interpreta de distintas maneras, de maneras mágicas. Normalmente, se prefiere más el amor, ya que este siempre conquista el odio. ¿No es así?

Luzu y Quackity, dos jóvenes amantes que estaban confundidos por el amor. Sin embargo, muy en el fondo sabían lo que sentían y lo que el otro sentía. Parecía que no podían estar separados, todo el tiempo solían estar juntos, eran adictos uno del otro.

(Tan grande es el miedo que yo siento cuando te vas. Temo que no vuelvas más, pero siempre regresas).

Eran dos chicos, unidos por un mismo y confuso sentimiento. Pese a todo, nada podía quebrantar su lazo... ¿O si? Bueno, la cosa es nada, pero jamás nadie. En este lugar había muchas manzanas de la discordia y al joven pato solía gustarle comer de ellas, no solo de una.

(Muchas dudas que no me dejan en paz. Adoro estar junto a ti, pero a veces me cansas).

Luzu amaba a Quackity, ¿Quackity lo amaba a él? Parecía dar señales de ser así. Siempre juntos, divirtiéndose, pareciendo ser felices. ¿Por qué buscaba a otros? ¿En serio le tenía aunque fuera un mínimo de cariño? ¿Y si solo le usaba? ¿Todo esto era correcto?

(Brotan mil preguntas con respecto a nosotros dos. Odio hacer balance entre si estamos mejor o no).

Quackity se había metido con casi todos en ese lugar, había tenido mil experiencias. Pero Luzu... Luzu le amaba, no podía despreciar a lo más valioso que tenía. Y no podía reclamarle, no eran nada, nunca formalizaron nada, solo le quedaba... ¿Acostumbrarse por amor?

(Cada cosa nueva, no es nueva ya se probó. Todo se volvió lineal y así no lo quiero yo. Eso siento y no sé si decírtelo).

Siempre fue lo mismo, incluso el chico mexicano lo decía, le gustaba andar con muchos a la vez, sin importarle si lastimaban a la gente o no.

Luzu jamás dijo algo al respecto, siempre se mantuvo con Quackity. Sabía muchas cosas de él, incluso sus deseos de ganar las elecciones para ser alcalde. Y le apoyó en todo porque lo amaba... ¿Lo hacía?

Ese día había llegado y Quackity estaba seguro de que tendría esas elecciones ganadas. Es decir, ¿qué probabilidad había de que un pequeño cerdo le ganara? Probablemente ninguna, pero no debía confiarse tanto de los votos de la gente, ni en la gente misma. Y eso mismo fue una enseñanza que su querido "amigo" Luzu le había dado.

Pero Quackity no siguió la indicación.

— ¡Me presento a las elecciones!

Esas simples 5 palabras le habían destrozado en segundos. ¿Cómo pudo haber sido así? ¿Luzu lo apoyaba o estaba en su contra? ¿Por qué había hecho eso? Luzu... ¿Su 100% le había traicionado?

Intentó mantenerse al margen. Sabía que era muy impulsivo, así que se contuvo a gritarle frente a todos. Aún así, mantuvo su esperanza a ganar. Pero nuevamente, sintió su alma abandonar su cuerpo al escuchar al hombre encargado, Sapo Peta.

— El futuro gobernador y alcalde de Karmaland es... ¡Luzu!

Estaba confundido. Obviamente lo iba a estar. Ya tenía los votos asegurados de la gente... Y Luzu... ¿En verdad eso estaba pasando? Esto era demasiado.

Traición - Luckity (One-shot)Where stories live. Discover now