Capítulo 1

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Las tardes en Seúl eran tranquilas como siempre, las personas caminaban hacia su trabajo o más bien rondaban por las calles mientras veían aquellas tiendas un tanto lujosas de la ciudad.

Namjoon se encontraba en el despacho de la galería en la cual, él era el dueño; de un momento a otro, se escuchó cierto estruendo que provenía de fuera, causando cierto asombro y curiosidad de su parte, ya que solía ser un lugar tranquilo y silencioso en la mayor parte del tiempo.

-¡Déjenme pasar! Necesito hablar con el malnacido de Namjoon-

Se escuchó aquella voz furiosa proveniente de fuera, la cual reconocía perfectamente, aunque al intentar reaccionar aquella puerta que resguardaba el despacho había sido rota por un gran golpe o más bien patada causada por el nuevo intruso.

-¿Qué te trae por aquí Taemin? Es un tanto inusual el verte aquí por estas horas –

Mencionó Namjoon con una semblanza un tanto tranquila mientras dejaba aquellos papeles que yacían en su mano en su escritorio, para así poder dirigir su mirada hacia aquel chico el cual estaba un tanto alterado que llegó a derribar la puerta sin ni siquiera pedir disculpa alguna.

- Tus subordinados no me han dado la parte que me corresponde de los conciertos en Busan-

Dijo Taemin con aquella aura histérica que rara vez mantenía a flote, sin embargo, Namjoon se quedó un tanto confundido al escuchar aquel comentario, ya que se suponía, que todo estaba en orden con aquel chico de cabellos rubios platinados, Namjoon dio órdenes claras de todo lo que se tenía que hacer con respecto a los conciertos de aquel artista que los ayudaba con algunos presupuestos para sus subastas del mundo subterráneo, cosa que le molesto.

-  ¿Por qué dices falacias? Si todo está en orden, seguro es un error –

Hablo Namjoon con una semblanza un tanto seria mientras dirigía su mirada hacia el chico que irradiaba ira.

- No es ninguna falacia, se supone que felix debería de depositarme el domingo y ya es jueves-
Mencionó Taemin con un tono un tanto amenazador, mientras se dirigía con un paso marcado hacia el escritorio del contrario, y así estampar sus manos contra la mesa generando un cierto estruendo al desplomar sus manos con fuerza.

- ¿En serio quieres hacer esto? Simplemente podría hacerte desaparecer con un chasquido ¿Realmente quieres eso? -

- Namjoon yo ya no quiero seguir con esto-

Mencionó Taemin en un tono bastante enojado o más bien disgustado por el comentario, causando que con su mano, se acomodara levemente el pelo que caía por su frente intentando tranquilizarse para no hacer algo que le cobre la vida.

-¿Con qué? ¿Con tu fama? Al final de cuentas comes gracias a mi-

- No me refiero a la fama, lo que ya no quiero es seguir siendo tu maldita marioneta, que solo utilizas para lavar tu dinero-

Dijo Taemin con una última palabra antes de retirarse de aquella oficina sin decir nada, simplemente dejando a Namjoon con la palabra en la boca. Al no lograr decir nada, causó que se enojara a gran escala, sin embargo, sabía que debía de mantenerse con la mente fría para pensar en una solución rápida para su negocio, pero claro no estábamos hablando de las pinturas o el arte que se exhibía en aquella galería, si no aquel negocio sucio que surgía debajo de aquel establecimiento denominado como “Cigno Nero”.

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