𝘔𝘶𝘭𝘵𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴𝘰𝘴.. // 𝘌𝘳𝘤𝘰𝘭𝘦 𝘹 𝘎𝘶𝘪𝘥𝘰.

Papeles invertidos.

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Ambos estaban en la habitación del menor, la puerta tenía seguro ya que si alguien llegara a cruzar esa puerta vería una imagen tal vez no muy linda ya que ambos chicos estaban teniendo un momento...privado.

- Ah, a-ah, G-Guido.. -Todo el rostro del mayor tenía un muy notable rubor, sonrojado de oreja a oreja mientras trataba de no hacer mucho ruido, obviamente sin lograrlo.- G-Guido, espera, hmmm.. -Alcanzó a taparse la boca.

Guido estaba introduciendo el dedo medio y el dedo anular de su mano derecha en el...e-en la parte trasera de Ercole, lo hacía muy, muy bien. El de ojos avellana estaba completamente desnudo mientras que el castaño tenía puesto únicamente sus bóxers, Guido pensaba que él sería el sumiso de la relación pero para sorpresa de él, Ercole le había pedido que fuera el dominante, "sólo por esta vez", ¡Ja!, esa no se la cree nadie.

- ¿Te gusta cómo lo hago, Ercole? -Dijo Guido en una voz que hizo que el nombrado se estremeciera.

- S-Sí, sí, s-sigue así, por favor. -Su cabello color castaño oscuro tapaba un poco el lado izquierdo de su cara, Guido de vez en cuando subía su mirada hacia el rostro del mayor, viendo como este se estremecia de placer, y eso que solo había introducido dos dedos.- M-Más, t-t-te lo ruego.. -Ercole claramente no se daba cuenta de lo que decía, probablemente a la mañana siguiente negará que él dijo algo como éso.

- ¿Más? ¿Quieres más? -Dijo con una sonrisa juguetona para acto seguido mover sus dedos más rápido y después sacarlos del interior de Ercole, tenía un poco de papel higiénico cerca con el cuál se limpio sus dedos antes de bajar sus bóxers y dejar al aire la notable erección que tenía guardada en su ropa interior desde hace rato, tomó en su mano derecha su propio miembro y lo empezó a rozar con la entrada de Visconti.

Guido estaba sentado en la cama mientras que su contrario estaba acostado y con las piernas abiertas, para rozar su miembro tuvo que acercarse al mayor así que aprovechó para acomodarse arriba de él, quedando entre sus piernas.

Guido vio que su contrario miró hacia abajo y su mirada paso a una que demostraba un poco de miedo.

- Oye, ¿seguro que quieres hacer ésto? -Se acercó a su cara, agarrando su mejilla derecha con su mano izquierda ya que la derecha..había tocado muchas cosas como para ponerla en su hermoso rostro.

- Sí...sólo, t-ten cuidado, por favor.. -Sus ojos eran tan hermosos, Guido sabía que para que Ercole le permitiera hacer esto debía confiar mucho en él, en serio lo adoraba.

El menor le dio un besito en la mejilla izquierda y después bajo su cabeza hacia el cuello de Ercole, sintiendo de inmediato como éste lo abrazaba fuertemente, este chico iba a hacer que el corazón se le saliera del pecho.

Empezó a meter su miembro en la entrada húmeda de Visconti sintiendo en el instante como éste apretaba los puños, rasguñando un poco su espalda, y también viendo como apretaba la cara, a Guido se le hizo muy lindo, en el sentido de que quería cogerlo durante veinticuatro horas seguidas, y no es que todo lo que hacía le parecía lindo al castaño, bueno, en realidad, sí, todo de Ercole le gustaba y quería hacer que se sintiera lo mejor posible.

- A-Avísame si te duele, ¿okey? -Realmente no quería dañar ni un poco a su amado.

- Okey.. -Ercole había cerrado sus ojos fuertemente al igual que sus puños por nervios, pero recordó que el que estaba arriba de él era Guido y que él quería que se sintiera lo mejor posible, lo cual hizo que se relajara un poco pero no dejó de abrazar a su castaño.

Ercole sentía como Guido entraba lo más cuidadosamente posible aunque aún así se sentía un poco nervioso, Guido trataba de no soltar quejidos pero era inevitable, aún no había entrado completamente y se sentía jodidamente bien, sintiendo como las paredes internas de Ercole apretaban su miembro, como si estuviera echo exactamente para su pene y sólo para el suyo, no se dio cuenta por estar pensando tanto que ya había entrado completamente en el mayor, volteó a verlo inmediatamente, tal vez por estar pensando no se había dado cuenta que le estaba haciendo un poquito de daño.