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Ya habían pasado varios años desde que Satoru y Yūji se conocen, cuatro para ser exactos. Aunque realmente su relación había empezado hace relativamente poco, solo un año que para ellos se había pasado volando con una rutina sencilla ambos amaban.

Rutina que solo se veía perturbada a veces por una persona. El mayor de ellos intentaba lidiar cómo podía con ello, no le quedaba otra en realidad. ¿Por qué? No puede en realidad simplemente apartarlo.

Pero después hablaría de esa persona, por ahora Satoru solo estaba concentrado en su despacho en la hora del recreo de sus alumnos. Estaba perdido en sus pensamientos hasta que escuchó cómo llamaban a la puerta, incorporándose inmediatamente después.

Adelante —una sonrisa escapó del albino al ver entrar enérgicamente a su novio, quien cerró la puerta tras de sí.

Te traje el desayuno, lo olvidaste en casa.

¿En serio lo olvidé? —Satoru se rascó la nuca ligeramente avergonzado por su despiste—. Gracias por habérmelo traído, Yūji. No debías molestarte.

¡Sabes que no es molestia!

El menor se acercó a Satoru y dejó la bolsa con el desayuno en la mesa para luego ponerse de puntillas dándole un piquito.

Su novio no tardó en tomarlo de la cintura para volver a unir sus labios en otro beso suave cerrando los ojos. Satoru disfrutó de sus labios por unos segundos hasta que sintió cómo el menor iba subiendo la intensidad del beso y al ver de reojo la hora suspiró apurado deteniendo el beso, aunque le hubiese gustado seguirlo.

No tenemos mucho tiempo. Cuando lleguemos a casa seguimos, Yūji.

¿"Yūji"? —Bien, ahí estaba. Satoru frunció el ceño ante ese tono de voz separándose bruscamente—. ¿No te alegras de verme, Satoru~?

No, Sukuna. ¿Tenías que aparecer justo ahora?

Ryōmen Sukuna es el nombre de esa persona que lo jode tanto. O más bien es como se hace llamar, ya que un día simplemente Yūji comenzó a tener episodios de personalidad múltiple donde este maníaco se le aparecía.

Al principio fue duro, esta nueva persona solo se dedicaba a insultar a Satoru. Ambos se odian mutuamente. Pero por algún motivo no se manifiesta con otras personas, solo con él. Solo busca su atención y la de nadie más. Y era agotador.

No tienes derecho a reprocharme nada. Al fin y al cabo tú eres quien estabas haciendo "cosas indebidas" en tu despacho, ¿No es así, "profesor~"?

Si no vas a traer a Yūji de vuelta puedes irte ya. Y un beso no algo indebido, estúpido —tras rodar los ojos el mayor volteó el rostro para dirigir su mirada a la mesa e ignorarlo. Pero Sukuna tiene otros planes, y por supuesto ser ignorado no es parte de ellos.

En un rápido movimiento el pelirrosa puso sus dos manos a los lados del mayor para aprisionarlo y que sus cuerpos quedasen pegados. Satoru tragó saliva tratando de no mostrarse nervioso e hizo el mismo gesto pero de espaldas para apoyarse sobre la mesa y así no echarse hacia atrás.

Yo puedo hacer que un beso se convierta en algo indebido~

¿Has perdido la poca cordura que te quedaba? Estamos en el instituto. Apártate, Sukuna —convencido de que no sería capaz de hacerlo en un lugar como ese, Satoru puso las manos sobre su pecho en un intento por empujarlo.

Pero qué equivocado estaba. En un rápido movimiento Sukuna agarró sus muñecas con una sola mano apretando estas sin cuidado para apartarlas. Un pequeño quejido escapó de la boca del albino, quien frunció el ceño sintiendo su respiración acelerarse ante la idea de que realmente quisiera hacerlo ahí.

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⏰ Last updated: Jan 08, 2023 ⏰

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PERSONALIDAD MÚLTIPLE - Satoru × Itadori / Sukuna +18Where stories live. Discover now