𝐃𝐞𝐬𝐢𝐫𝐞 | candybats

desire

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Subía cansado las escaleras del edificio, luego de una semana agotadora y estresante, Kevin llegaba a su departamento para poder descansar junto a su amado novio. Planeaba pasar todo el fin de semana con Streber, pues en los últimos días no había podido pasar tiempo con él por causa de su trabajo y el cansancio que le generaba. Abrió la puerta del departamento con sus llaves y entró en este cerrando la puerta por detrás, dio unos pasos y dejó su abrigo sobre el sillón de la sala.

- Cariño, llegue a casa. - anunció Kevin, quien no recibió respuesta alguna, cosa que le pareció extraño ya que Streber solía recibirlo siempre. Decidió no prestarle mucha importancia, por lo que se dirigió a la habitación donde ambos dormían para poder descansar un momento.

Con algo de pereza se desabotonó los botones de su uniforme y se sacó el moño rosado. Sin haber terminado de sacarse el uniforme, Kevin sintió dos brazos abrazándolo por detrás. Su corazón dio un brinco y se dejó abrazar, pues sabía bien que se trataba de su adorado Streber.

- Que bien que hayas llegado, cariño - susurró Streber en el oído del chico caramelo, quien volteó y pronto sintió la dura y gruesa erección de su amado contra su parte baja. Kevin pronto se sintió nervioso, miró a los ojos a Streber y vio como estos tenían un brillo que ya había visto antes, deseo -. Te estaba esperando.

- ¿E-en serio? - cuestionó tembloroso Kevin, notando como su novio daba pasos hacia la cama que ambos compartían y que lo tenía acorralado. Sabía que en cualquier momento Streber no podría contenerse y lo tomaría, lo conocía lo bastante bien como para saber lo emocionado que lo ponían este tipo de situaciones. Estaba por decir algo más, cuando fue lanzado sobre el colchón por el chico vampiro -. Cariño, creo que deberíamos- ¡ah! - chilló al ver como su novio se colocó sobre él y bajaba su cabeza hacia sus pezones para empezar a lamerlos con la lengua.

Kevin soltó un largo suspiro al sentir aquella deliciosa sensación que sólo Streber sabía provocarla, todo su cuerpo tembló y sus piernas habían sido acomodadas alrededor de la cintura del más bajo. El vampiro dejó de lamer los sensibles pezones ya duros de su novio y subió su cabeza hasta estar frente a él.

- Te extrañé bastante, corazón. - sin decir nada más, Streber junto sus labios en un beso cariñoso y calmado que en poco tiempo se convirtió en uno que demostraba necesidad y deseo. Las lenguas de ambos jugueteaban entre sus bocas mientras que las cálidas manos de Streber acariciaban la espalda, vientre y cintura de Kevin, haciendo el ambiente aún más caliente.

Entre el beso, Kevin no podía evitar soltar suspiros placenteros por la forma en la que era tocado. El chico caramelo realmente adoraba como era tratado por su pareja, la forma tan dulce y especial que lo trataba y los toques placenteros sobre su cuerpo... era algo que le encantaba y que lo volvía completamente loco.

Por el lado de Streber, dejó de besar al muchacho para ir dejando besos por el cuello y hombros de Kevin, tenía la necesidad de poder clavar sus dientes en esa fina piel para simplemente molestar a su amado, quien le reclamaba siempre por dejarle marcas muy notorias que resaltaban al ponerse su uniforme y que seguramente más de un cliente notó pero que decidieron no decir nada. Pero esta vez haría lo que le pidió su pareja y no marcaría al chico, por lo que decidió seguir con lo que estaba a punto de venir. Streber empezó a quitarse toda su ropa, esto bajo la mirada de Kevin, quien se sentía totalmente sumiso e indefenso frente a su novio desnudo.

- Tranquilo, cariño - habló Streber, poniéndose de rodillas en el suelo y bajando un poco la cabeza a la altura de la cama -, haré que te sientas bien. - le dijo a Kevin, bien sabía que se llegaba a poner bastante nervioso. Dicho esto, los pantalones de Kevin habían sido quitados y lanzados al igual que su ropa interior.
Streber tomó las piernas de Kevin y las abrió aún más, dejando ver su intimidad y lo mojado que estaba el chico. Tomó los muslos de Kevin y lo jaló para que su intimidad quedara enfrente de su rostro.