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Amity Bligth, una adolescente de 16 años la cual proviene de una prestigiosa familia de apellido importante. Estudiosa, con un carácter fuerte y sobresaliente en lo que sea que se propusiera hacer.
Pareciera ser la hija perfecta, pero sol...
Eran días lluviosos que justo coincidían con los primeros días de clases. A pesar de ser lo contrario a lo que era habitualmente en los años pasados, el salón estaba tranquilo, claro, ignorando los murmullos que apenas se escuchaban por la misma tranquilidad del salón.
Tal vez toda esa calma era por la atmósfera fría y lluviosa que hacía que más de la mitad de los alumnos faltaran a sus clases y que por desgracia de Luz, no iba a ser una escusa suficiente para darle a su madre, más aún sabiendo que a duras penas había logrado pasar al onceavo grado.
Tal vez era eso junto a la situación actual de una nueva estudiante siendo presentada ante el resto del salón como Amity Bligth. Si, eran los primeros días de clases, pero lo normal es esperar a ver siempre a las mismas personas castrosas que te acompañaron en los grados anteriores. Era de más decir que la gran mayoría de alumnos estaban interesados en aquella nueva compañera, entre ellos Luz.
Aquella chica era impecable a comparación del resto de alumnos de apariencia más "humilde", para no decirlo de una forma más grosera.
El uniforme de la chica nueva estaba perfecto, sin ninguna arruga o suciedad a pesar del clima lluvioso; podría jurar que nunca había visto un cabello tan bien cuidado, más aún estando teñido de un lindo color menta. No parecía estar cómoda en ese lugar y se limitaba a recorrer con la mirada cada pequeño detalle de los alumnos que estaban cerca de los asientos libres que para su suerte, Luz era una de esas personas.
Por unos momentos los ojos ámbar de la chica nueva se fijaron en los ojos marrones de Luz, se mantuvieron ese rato en contacto, claro, después de que Amity le diera una revisada rápida que Luz sintió más que todo que estaba criticando hasta su forma de existir.
–Debe pedir los apuntes del tema que estamos llevando, mientras tome asiento señorita Bligth. –La maestra había terminado de presentar a quien sería su compañera por un tiempo inespecífico.
El salón se mantuvo en silencio mientras la maestra empezaba a escribir en el pintarron y hablaba con la pared tratando de explicar algún tema que a casi media clase no le prestaba atención y mucho menos tomaban apuntes. Solo cuando empezó a sonar los zapatos de la nueva chica caminar indecisos entre unas filas de pupitres, aparecieron de nuevo aquellos murmullo de los alumnos y el salón volvió a tener vida, algunos hablando claramente de la chica nueva y otros siguiendo con lo que sea que estaban haciendo antes de eso.
La chica improvisó su camino, sin moverse del rumbo que había tomado pasando por un costado de Luz y sentandose detrás de esta. Luz volteó encontrándose con la mirada de Amity nuevamente, la chica nueva justo se había sentado en el lugar donde se sentaba su mejor amiga Willow que para desgracia de su aburrimiento, ese día no había asistido; bueno, el tema de quien ocuparía el lugar ahora sería un problema que su yo del mañana solucionaría. Se giró sobre su asiento para poder mirar a Amity.
–Hola, mi nombre es Luz ¿y el tuyo?
Apenas habló y ya quería ahorcarse a si misma, recientemente la habían presentado. Amity se le quedó mirando fijamente unos pocos segundos tal cual estuviera pensando, o talvez criticando, después solo la ignoró, sacando un cuaderno de su mochila y algo con lo que anotar para la primera clase.
–Parece que no eres muy habladora ¿no?
Trató de sacarle platica otra vez con un tono más a broma con la de pelo menta, tratando de alivianar el ambiente y como era de esperarse, nuevamente falló siendo ignorada por la chica. Parecía que sería alguien difícil de tratar, pero Luz Noceda aún no estaba lista para rendirse.
–¡Igual podemos ser amigas! Mira, te cuento algo de mi para conocernos...
Y así fue que por más de la mitad de la clase, Luz estuvo hablándole de su vida a alguien que ni un "hola" le había correspondido y que trataba de ignorarla lo máximo posible. No tardó mucho para que se rompiera aquella aura misteriosa de la chica al finalmente actuar, volteando hacia Luz mientras se levantaba de su lugar y golpeaba la mesilla con ambas de sus manos.
–¡¿Te puedes callar?!
Todo el rostro de Amity estaba de color rojizo por el enojo, enojo que rápidamente cambió a nervios al escuchar a la maestra gritar también.
–¡Señorita Amity, señorita Luz! Si no les interesa la clase, salgan del salón – Ambas chicas abrieron la boca para decir algo, pero la maestra las interrumpió rápidamente – ¡ahora!
Luz quería discutirle a la maestra, pero al notar que la chica detrás suyo guardaba sus cosas, tomaba su mochila y se levantaba de su lugar para salir, ella rápidamente metió sus cosas a la mochila y salió detrás de la de pelo menta. La chica pelo menta caminaba algo rápido por los pasillos de la escuela mientras que Luz a duras penas la lograba alcanzar, tratando de acomodar sus cosas en la mochila.
–¡Ey! No te vayas sin mí.
–¡No quiero saber nada de ti! –Amity se detuvo, volteando a ver a Luz – No quiero saber nada de... ¡ustedes! Personas como ustedes solo traen problemas.
Eso había dolido un poco.
–Solo quiero ser tu amiga...
–Si somos "amigas" ¿dejarás de molestarme? –Luz asintió con la cabeza –Bien... seremos "amigas" entonces.
Y así es como Amity obtuvo a su primera amiga. Algo forzado, pero una amiga después de todo.
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De todas las ideas de historias que tengo pendientes, esta es la que menos pensaba publicar primero.
Tarde un chingo en este capítulo porque no me gustaba como quedaba, sigue sin gustarme pero equis.
