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         Namjoon y Seokjin no acostumbraban a viajar estando molestos entre ellos. Compartían la idea de que, irse a dormir enfadados con el otro, era casi trágico. Sin embargo, llevaban muchos años de relación y por culpa de su vida tan ajetreada y muchas veces complicada, no siempre disponían del tiempo suficiente para contentarse como querían.

Como ahora.

Desde el cumpleaños de Jungkook que no lograban encontrar un hueco para mimarse. Sí, vivían juntos y dormían en la misma cama, pero por trabajo, Namjoon regresaba del estudio de madrugada y Jin tenía sus propios compromisos durante el día. Así que cuando uno volvía a casa, el otro se iba.

Era complicado, pero ninguno quería preocuparse demasiado, habían superado situaciones más difíciles, solo debían hacer lo que mejor les salía; amarse, aunque eso significara un solo beso de despedida en la mañana, o un mensaje de «te extraño» a la hora del almuerzo o tal vez una breve llamada a medianoche antes de irse a dormir.

Amarse de las formas más simples y complejas era lo que mejor sabían hacer, pero ahora... necesitaban un poco más.

—No puedo creer que no hayas llegado —dijo Jin terminando de cerrar su maleta—. ¡Se suponía que estarías aquí!

—¡Lo siento! Tuve que ayudar a Taehyung en el estudio —Jin ni siquiera lo miró—. Déjame ayudarte... —pero el chico no permitió que tocara su maleta—. Jin...

—Olvídalo, me iré a Los Ángeles y ni siquiera fuiste capaz de estar aquí unas horas antes —se quejó arrastrando la maleta hasta sacarla de la habitación, Namjoon lo siguió—. Adiós.

—¡Iré contigo!

—¿Y que toda la prensa te vea allí? Ni hablar —descartó la idea, abriendo la puerta del departamento—. Me voy...

Jamás se habían despedido de esa manera.

Y por supuesto que a Namjoon le pesaba, llevaba casi una década pasando sus cumpleaños con Seokjin, incluso cuando aún no eran novios, cuando eran más jóvenes, inexpertos y con una idea simple del amor. Los años se encargaron de demostrarles que, al menos para ellos, el amor no era tan simple como para todos los demás.

Jin no se sentía mejor que Namjoon. Se esforzó por poner la mejor de sus sonrisas cuando llegó al aeropuerto, porque sabía que lo estarían esperando. Lo bueno de seguir utilizando el cubre bocas era que podía disimular más fácil, sin embargo, eso no aminoraba su malestar. Los deseos de acurrucarse con su novio seguían allí, sus deseos de besarlo y abrazarlo como llevaban semanas sin poder hacerlo parecían quemarle todo el cuerpo.

¡Y ni hablar del sexo!

Y tuvo mucho tiempo para pensar en eso durante su vuelvo, pudo haberse dormido, o pudo haber escuchado un audiolibro o pudo haber intentado pasar el nivel de ese juego nuevo que se descargó en el celular.

Pero no.

Él quería pensar en Namjoon, pensar en cuánto lo echaba de menos, pensar en sus besos, en sus manos tocándolo, en su olor tan suyo, una mezcla de jabón corporal y suavizante de ropa, porque Namjoon no usaba perfumes.

Resopló, cruzándose de brazos en su asiento, ellos tenían planes para esa mañana, se suponía que iban a desayunar juntos, iban a pasar tiempo de calidad y por supuesto que iban a tener sexo de despedida, era parte del regalo de Seokjin, ya que el cumpleaños de Namjoon era mañana y por obvias razones no estarían juntos por primera vez en tantos años.

Y de extrañarlo, pasó a sentirse enfadado.

¡Cómo pudo hacerle eso!

Seokjin incluso se colocó un plug, joder, de pensarlo, quería llorar de la rabia. No es que esas cosas no le gustaran, de hecho, su vida sexual con Namjoon era asombrosa, no tenían miedo de experimentar y probar cosas nuevas. Tantos años en pareja les demostró que estaba bien innovar, que el sexo era divertido y una vez que probabas un poco, se abría un abanico de posibilidades.

Provocation || NAMJIN 🔞Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora